La imagen se repite una y otra vez en el Norte Integrado de Santa Cruz. En Fernández Alonso, uno de los municipios más productivos del país, los vehículos se alinean por decenas en las afueras de las estaciones de servicio. Tractores, motocicletas, camionetas y camiones esperan por horas, bajo el sol, con la esperanza de acceder a un poco de combustible.
Pero no solo los vehículos hacen fila. Turriles azules y bidones también ocupan lugar, algunos atados con sogas, otros arrastrados por carretillas. En ellos se intenta acopiar la mayor cantidad posible de diésel para alimentar tractores, bombas de agua, generadores y otras maquinarias esenciales para las labores agrícolas.
Fuente: El Deber
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