Bolivia requiere alrededor de 3.500 millones de dólares anuales para la importación de combustibles y hay posibilidad de que la cifra se incremente para comprar GLP. La subvención también sube, está en el orden de menos de 2.000 millones de dólares.
Gasoducto en el lado argentino.

Chile, Perú, Brasil y Argentina abrieron sus mercados de gas al sector privado para abastecer energía. Una publicación informa que empresarios importan el producto de Bolivia para las termoeléctricas argentinas. Mientras tanto, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) mantiene el monopolio del negocio, pero con resultados observados por el abastecimiento irregular de gasolina y diésel, y una caída de la producción del energético. Trafigura, uno de los mayores traders de combustibles del planeta, y la comercializadora Gas Meridional empezaron en los últimos días a importar gas natural desde Bolivia para cubrir la demanda de generadoras eléctricas en el norte del país. Hasta el año pasado, la importación del hidrocarburo desde el país del Altiplano era monopolizada por el Estado a través de Enarsa, de acuerdo con la publicación de Econojournal.com.ar.

Fuente: El Diario

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