Sin embargo, lo que comenzó como una defensa soberana se está convirtiendo en una costosa inacción que favorece únicamente al socio brasileño. Desde diversos sectores, especialistas y voces políticas vienen alertando que esta paralización pone en riesgo los intereses energéticos del país. Y, lo que es peor, el Gobierno aún no ofrece señales claras de cuándo —o cómo— se retomará el proceso de renegociación. Mientras tanto, Brasil continúa beneficiándose de energía paraguaya a precios históricamente bajos, y Paraguay sigue postergando decisiones clave para su futuro.
El Tratado y su Anexo C: una oportunidad histórica congelada El Tratado de Itaipú, firmado en 1973, dio origen a una de las mayores represas hidroeléctricas del mundo. El Anexo C, uno de los documentos más importantes del acuerdo, establece las bases financieras y las condiciones para la comercialización de la energía. De acuerdo con el tratado, ambas naciones tienen derecho al 50% de la energía producida. Sin embargo, si una de ellas no consume su parte, debe vender el excedente a la otra parte a un precio definido en el anexo. Este anexo debía ser revisado tras 50 años de vigencia, plazo que se cumplió en agosto de 2023. Se trata de una renegociación histórica para Paraguay: no solo define cómo se calcula el costo de la energía (CUSE), sino también si podrá vender su excedente en el mercado libre brasileño, lo cual tendría un impacto económico multimillonario.
Espionaje y parálisis: una respuesta legítima, pero perjudicial A inicios de abril de 2025, el gobierno paraguayo anunció la suspensión de las conversaciones tras confirmarse que la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) había espiado a altos funcionarios del país durante el período 2022-2023. Las operaciones fueron ordenadas durante el mandato de Jair Bolsonaro y se habrían enfocado en recolectar información sobre las posiciones paraguayas en la renegociación del Anexo C. Millonaria pérdida de Itaipú Lee también Fuerte denuncia Millonaria pérdida de Itaipú La reacción inmediata del Gobierno fue exigir a Brasil un informe completo y suspender todo diálogo hasta que se esclarezca el episodio. El embajador brasileño fue convocado, y la Cancillería paraguaya sostuvo que no avanzaría "ni un paso más" hasta obtener respuestas concretas.
No obstante, a más de un mes de esa decisión, no existen novedades sobre si Brasil ha remitido el informe solicitado. Tampoco hay un calendario de reanudación de las conversaciones. Y en ese vacío diplomático, Paraguay es el único perjudicado. Expertos advierten: "Paraguay pierde mientras Brasil gana" Numerosos referentes del sector energético han calificado la decisión de suspender las negociaciones como "un error estratégico". El ingeniero Ricardo Canese, exnegociador de Itaipú, sostiene que postergar el diálogo solo fortalece la posición de Brasil, que continúa pagando precios ínfimos por la energía paraguaya.
A 52 años del Tratado de Itaipú: buscando la soberanía energética Lee también La mayor central del mundo A 52 años del Tratado de Itaipú: buscando la soberanía energética "Cada día que pasa sin negociar es un día en que Brasil consolida su beneficio. Paraguay debería exigir explicaciones, sí, pero sin abandonar la mesa. Renunciar a negociar es renunciar a millones de dólares que nos pertenecen por derecho", alertó. También el diputado Raúl Benítez, crítico en temas energéticos, lamentó la parálisis: "Brasil es el único beneficiado con la suspensión. Nosotros no tenemos tiempo que perder, debemos volver a la mesa de diálogo con firmeza y estrategia".
¿Transparencia? La ciudadanía sigue al margen Además del estancamiento diplomático, otro aspecto preocupante es la falta de transparencia. Desde diversas organizaciones civiles y medios de comunicación se cuestiona que el gobierno no haya informado cuáles son los puntos que defiende en la renegociación del Anexo C. ANDE insiste en que suspensión de negociación del Anexo C de Itaipú no perjudica al país Lee también Paraguay y Brasil ANDE insiste en que suspensión de negociación del Anexo C de Itaipú no perjudica al país En octubre de 2023, el propio Parlamento reclamó mayor claridad sobre los lineamientos de negociación, y hasta ahora no se han presentado documentos oficiales ni se ha socializado una hoja de ruta con la ciudadanía. Esta opacidad levanta sospechas de posibles concesiones o manejos que escapen al interés nacional.
"Exigimos una negociación transparente, donde se defienda el derecho de Paraguay a utilizar y comercializar su energía como un recurso soberano. El pueblo no puede seguir siendo espectador de decisiones tomadas a puertas cerradas", denunció la coordinadora de una red de ONG energéticas. ¿Y ahora qué? La situación es crítica: Paraguay sigue sin cobrar lo que le corresponde por la energía cedida, sin poder vender su excedente a precio de mercado, y sin una estrategia clara de renegociación. Y mientras la atención pública se desvía hacia otros temas, Itaipú permanece en una pausa peligrosa.
Oposición critica suspensión de negociaciones en Itaipú Lee también Piden a Peña retomar diálogo Oposición critica suspensión de negociaciones en Itaipú Expertos insisten en que el gobierno debe buscar mecanismos para avanzar en las negociaciones mientras sigue exigiendo explicaciones a Brasil por el espionaje. No se trata de resignar soberanía, sino de ejercerla con inteligencia. La defensa de nuestros recursos energéticos no puede esperar. Una decisión impostergable En este momento clave para el desarrollo energético del país, es urgente que el presidente Santiago Peña y su equipo retomen la renegociación del Anexo C con transparencia, patriotismo y visión de futuro. El tiempo juega en contra, y cada minuto de pasividad fortalece al socio más poderoso y debilita la posición paraguaya.
Paraguay tiene derecho a una compensación justa por su energía, a decidir cómo la utiliza y a beneficiarse plenamente de Itaipú. Pero para lograrlo, debe sentarse de nuevo a negociar. Y hacerlo ahora.
Fuente: El Nacional