Brasil ya ha obtenido la soberanía sobre una zona prometedora. En marzo, Brasil obtuvo el reconocimiento de la ONU de sus derechos sobre un área de 360 ​​mil kilómetros cuadrados en el Margen Ecuatorial, que se extiende desde Amapá hasta Rio Grande do Norte.
En la práctica, el país ahora tiene derecho a explorar los recursos naturales presentes en el lecho marino y subsuelo de esta zona. Existen estudios que indican la posibilidad de la presencia de petróleo en esta región. Según los tratados internacionales vigentes, cada país tiene derecho a un área de aproximadamente 200 millas náuticas (aproximadamente 370 kilómetros) desde la costa.

Las convenciones multilaterales determinan que las aguas internacionales pueden utilizarse para actividades económicas, siempre que no causen daños ambientales. En el caso brasileño, las conversaciones sobre la ampliación de la zona económica exclusiva se llevan a cabo desde hace más de 30 años y han contado con la participación activa de Petrobras.

En 2023, en la ronda más reciente de áreas para exploración y producción petrolera de la ANP, Equinor obtuvo el primer bloque subastado por Brasil en un área fuera de la zona económica exclusiva. El área se encuentra en la Cuenca de Santos, una región con alto potencial para la exploración petrolera, conocida como el "espejo presal". Sin embargo, la expansión de las actividades económicas a tanta distancia de la costa representa un desafío.

Las profundidades en estas áreas pueden superar los 3000 kilómetros. En el caso del Margen Ecuatorial, existen dificultades adicionales debido a que se trata de una región de nueva frontera, con controversias ambientales relacionadas con las actividades petroleras.

La solicitud de ampliación del límite marítimo no es exclusiva de Brasil, y algunos otros casos también tienen como telón de fondo el petróleo.

Fuente: Axes