La crisis global no pasa inadvertida en Vaca Muerta y promete complicar el financiamiento. Foto: archivo Matías Subat. La crisis global no pasa inadvertida en Vaca Muerta y promete complicar el financiamiento. Foto: archivo Matías Subat. Hay una frase hecha que reza que el aleteo de una mariposa en el Caribe provoca un tifón en el sudeste asiático. Pero lo que están registrando en los últimos días los mercados bursátiles globales, y entre ellos las negociaciones de los futuros del petróleo, es mucho más que el aleteo de una mariposa. Aunque su impacto en Vaca Muerta es aún incierto, la única certeza que tienen las empresas y los consultores es que este golpe se sentirá con mucha más fuerza que los anteriores.
Si bien esos aranceles no se aplican en el caso del crudo y el gas natural, la reacción de los mercados y de la cotización del Brent -que cayó más de 10 dólares en un puñado de días- se deben a un contexto mucho más amplio: lo que se espera es una caída global, una recesión general, en la que la menor actividad demande por ello menos petróleo. Menos demanda, implica una baja en el precio, pero si a eso se suman la decisión de la OPEP + de elevar su producción y el pedido del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de hacer lo mismo bajo su lema “drill baby, drill”, el precio se desplomará doblemente. Y allí es donde llega su impacto a Vaca Muerta.
Tanto las empresas productoras de Vaca Muerta como los consultores especializados que fueron entrevistados por Energía On, coincidieron en señalar que esta crisis se sentirá con más fuerza en Argentina que las anteriores crisis, porque hoy la industria petrolera local no puede escindirse del contexto global. Las grandes obras de infraestructura enfrentan un muy posible encarecimiento del financiamiento. Foto: archivo. Con cerca de un 30% de la producción en el mercado exportador, la baja del precio del Brent impacta allí de lleno. Pero a eso se suma la buscada paridad de exportación para los combustibles en surtidor, por lo cual el golpe promete ser mayor que en crisis como la del 2015 cuando se aplicó un barril criollo para proteger y blindar a la industria nacional de un Brent a solo 36 dólares.
Algo similar se vio en 2020, en plena pandemia, cuando el Brent se desplomó hasta los 26 dólares y llevó al dictado de otra norma de barril criollo, es decir, otra norma que fijaba en Argentina un precio más alto para el petróleo que en resto del mundo. “Hoy se exportan 3 de cada 10 barriles y por eso el paraguas que podés ponerle a la Argentina ante una crisis mundial como esta, ya no te cubre tanto de la tormenta como antes”, plantearon desde una de las grandes exportadoras de petróleo.
De cara al mercado interno, mantener la paridad de exportación llevaría a una rebaja en el precio de los combustibles que seguramente será aplaudida por los consumidores, pero que promete generar un efecto dominó negativo al reducir el precio que hoy se paga por el crudo dentro del país. Sumó que en segundo lugar el impacto se sentirá “porque la reacción de la OPEP + de subir la producción y estimar que van a tener una actitud proactiva en virtud de estos vaivenes, influye directamente en el precio del Brent y eso le pega al break de los proyectos en Vaca Muerta si es que se perfora la barrera de los 60 dólares”.
En tanto que en tercer lugar, el consultor planteó que “Argentina está buscando off-takers para llevar adelante sus proyectos de exportación de GNL. Recientemente, la Secretaría de Energía aprobó el procedimiento para otorgar esas autorizaciones de exportación hasta por 30 años, o al menos no objetarlas, pero todos esos proyectos dependen no solo del ecosistema interno, hablemos del RIGI, de la macroeconomía, sino también de un financiamiento internacional que, en esta coyuntura, se hace más compleja por las tasas de interés que tendrá que pagar nuestro país”.
Los campos maduros podrían verse seriamente afectados si el Brent desciende de los 60 dólares por barril. El análisis de Carbajales fue compartido tanto por otros consultores que solicitaron no ser citados, como por las empresas productoras consultadas. En esa línea, el acceso al financiamiento ahora a tasas más altas, es lo que se ve con más certezas en este mar de incertidumbre.
Proyectos como Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) que ya está en construcción pero que aún requiere financiamiento, van a obtener créditos a tasas más altas que las que podrían haber conseguido hasta la semana pasada. “Por ahora no se va a parar nada, porque esta es una industria de largo plazo, pero sí hay mucha atención a lo que está pasando y en especial a si esta baja es algo temporal o si es un nuevo techo”, remarcaron desde otra operadora.
El precio límite para Argentina El otro punto en común que planteó Carbajales es esa suerte de precio límite a partir del cual la baja del Brent se convierte en un problema para Argentina, y que se coincidió en ubicar entre los 55 y los 60 dólares, valores que -como se señaló- se dieron años atrás. Un Brent a ese valor marca dos problemas para Argentina y Vaca Muerta. En primer lugar complica y mucho la continuidad de los trabajos en el segmento del convencional, ya que muchos yacimientos tienen su break even -esa línea a partir de la cual se empieza a tener ganancia- en torno a los 55 dólares.
Mientras que para Vaca Muerta el break even puede ser de 40 a 45 dólares en las zonas más productivas y desarrolladas, lo que incide son los menores ingresos. “Por cada 10 dólares que baja el Brent se pierden exportaciones por 2.500 millones de dólares, que son el 25% de las inversiones que en todo este año se espera en Vaca Muerta”, detalló un consultor que, aclaró que en esa cuenta “todo depende de si el precio bajo se mantiene”.
Tasas de interés más altas y una potencial baja en los ingresos son los dos golpes que se ven venir con más certeza hacia Vaca Muerta, pero en un entorno en el que más que nunca se aplica la clásica frase del sector de esperar y ver qué pasa.
Fuente: Rio Negro