El precio del petróleo ha registrado una caída significativa en las últimas semanas, pasando de más de USD 70 a USD 62 por barril en abril de 2025. Esta reducción afectará directamente a Ecuador, cuya economía depende en gran medida de la exportación de crudo. A raíz de los aranceles impuestos por Estados Unidos, junto con el aumento de la producción de la OPEP, el panorama económico en el país se complica.
Se estima que Ecuador perderá casi USD 1.400 millones en ingresos este año, si se mantiene la actual situación. La realidad podría ser mucho más complicada si el petróleo se sigue derrumbando.

Factores detrás de la caída del precio del petróleo El descenso del precio del petróleo no es un fenómeno aislado. Varias razones han influido en esta tendencia. Primero, los aranceles impuestos por Estados Unidos han generado incertidumbre en los mercados internacionales, afectando la demanda de crudo. Los mercados temen que una desaceleración económica global resulte en un menor consumo de petróleo, especialmente por parte de los dos mayores consumidores del mundo: Estados Unidos y China. En segundo lugar, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha incrementado su producción, lo que ha aumentado la oferta de crudo en un momento de baja demanda.

El precio del barril de WTI (referencia para Ecuador) alcanzó los USD 62, lo que representa una caída significativa respecto a los más de USD 70 que registraba en enero de este mismo año. La caída está generando alarma en los mercados, especialmente en países dependientes de sus exportaciones petroleras.

El impacto en Ecuador y su economía Ecuador, cuya economía depende en gran medida del petróleo, no ha sido ajeno a este descenso. En los primeros dos meses del año, el crudo ecuatoriano se vendió en promedio a USD 66,21 el barril, pero en abril ya había tocado los USD 61,99. Según los expertos, esta caída en los precios podría ser aún más pronunciada, ya que el precio internacional del crudo está afectado por los mismos factores globales que están reduciendo su valor.

Los aranceles impuestos por Estados Unidos contribuyen directamente a este desplome. Para Ecuador, que produce 470.000 barriles de petróleo diarios, una caída de USD 11 por barril significaría USD 5.1 millones de pérdidas diarias. Si esta tendencia continúa, el país podría dejar de recibir USD 1.400 millones en ingresos por exportación de petróleo. Esta cifra es estimado por expertos para lo que resta del año.

Posibles efectos sobre los precios y la inflación en Ecuador Un aspecto positivo para los consumidores ecuatorianos es que el precio de los derivados del petróleo (como el diésel y la gasolina) importados podría disminuir, debido a la caída de los precios internacionales del crudo. Esto podría traducirse en una posible reducción de los precios de los combustibles dentro del país, ya que estos están directamente ligados al precio internacional del barril.

Sin embargo, no todo es positivo. A pesar de los posibles beneficios para los consumidores, la caída de los ingresos por exportación de petróleo afectará seriamente las finanzas públicas. El exministro de Finanzas Marco Flores alertó sobre el impacto que esto tendrá en el Presupuesto General del Estado. La situación podría generar restricciones adicionales en el financiamiento público.

El “castigo” del crudo ecuatoriano: un desafío adicional El crudo ecuatoriano enfrenta un descuento significativo en los mercados internacionales debido a su calidad. El crudo Oriente, que es más pesado y tiene un mayor contenido de azufre recibe un precio más bajo, que puede variar entre USD 10 a USD 13 menos por barril. Este fenómeno, conocido como el “castigo” del crudo ecuatoriano, ha afectado durante años las exportaciones del país.

En abril de 2025, si el precio del WTI se mantiene cerca de los USD 58, el crudo ecuatoriano podría venderse por menos de USD 45 el barril, lo que agrava aún más la pérdida de ingresos para Ecuador. En Ecuador se producen dos tipos de crudo: Oriente y Napo, ambos extraídos principalmente de la región amazónica.

El crudo Oriente tiene una gravedad API de alrededor de 24 grados, lo que lo clasifica como un petróleo mediano. El Napo tiene una gravedad API de aproximadamente 18 grados, considerándolo un crudo pesado.

Perspectivas a futuro: ¿Qué viene para Ecuador? Las proyecciones a corto plazo no son alentadoras. Si bien algunos expertos esperan que los precios del petróleo puedan repuntar en los próximos meses, la incertidumbre global sigue siendo un factor determinante. La guerra comercial entre Estados Unidos y China y la posible desaceleración económica de ambos países seguirán influyendo en los precios internacionales del crudo.

A corto plazo, la caída de los ingresos petroleros pondrá una presión adicional sobre el gobierno ecuatoriano para mantener el equilibrio fiscal y continuar con sus políticas de desarrollo. La gestión de esta crisis será clave para evitar un mayor deterioro de la economía del país en los próximos meses.

Inflación bajo control pero con posibles presiones A pesar de la caída en los precios del crudo, la inflación en Ecuador se proyecta en un rango de 2% a 2.5% para 2025, una de las tasas más bajas en América Latina. La dolarización ha jugado un papel crucial en esta estabilidad, al mantener los precios relativamente constantes. Sin embargo, existen ciertos factores que podrían generar presiones en el corto plazo. El reciente aumento del IVA (de 12% a 15%) en 2024, por ejemplo. A febrero de 2025, algunos análisis indican que la inflación acumulada hasta el momento ha sido de 0.25% mensual, lo que refleja un control relativo, aunque con algunos riesgos potenciales.

Inversión pública moderada pero crucial para el desarrollo Por otro lado, la inversión pública en Ecuador se espera que crezca moderadamente en 2025, alcanzando entre 3% y 4% del PIB. Este incremento es una mejora respecto a los niveles más bajos observados en 2024, cuando el país se vio obligado a ajustar su gasto público debido al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En cuanto al riesgo país, Ecuador ha experimentado una mejora en los últimos meses. A abril de 2025, se estima que el EMBI (Emerging Markets Bond Index) se sitúa entre 1,000 y 1,200 puntos, un notable descenso desde los 1,900 puntos registrados en 2023. Esta mejora refleja una mayor confianza internacional en la economía ecuatoriana, gracias a las políticas fiscales impulsadas por el acuerdo con el FMI y la reducción del déficit fiscal. No obstante, el riesgo país sigue siendo relativamente alto, debido a factores como la inseguridad interna y la deuda pública, lo que genera incertidumbre en los mercados. Si la gobernabilidad mejora tras las elecciones, podría haber una reducción aún mayor de este indicador.

Déficit fiscal y deuda pública El déficit fiscal en 2025 se proyecta entre 1% y 2% del PIB. Es una mejora frente al 6.8% de años previos. Entonces, el gasto público era más alto. Esto se debe a políticas de ajuste fiscal estrictas. Las aplicaron por el compromiso con el FMI. Han dado más sostenibilidad fiscal a mediano plazo. Pero la caída de ingresos petroleros podría complicar este control. La deuda pública bajó un poco. En 2025 estaría entre 58% y 61% del PIB. En 2024 era 68%. Esto se logró con la reestructuración de la deuda. También por menos necesidad de endeudarse. Aun así, la deuda sigue siendo un gran desafío. Limita al gobierno ante nuevas crisis. Por ejemplo, una caída del precio del crudo podría afectarlo

Fuente: El Diario