El aumento se produjo en un contexto de récord de consumo eléctrico, que creció un 4,7% interanual, superando incluso el máximo histórico del año pasado. La importación alcanzó casi el 10% de la demanda nacional, excluyendo la crisis hídrica de 2023. Importación energética en alza pese al liderazgo renovable De acuerdo con el reporte de SEG Ingeniería, Uruguay importó cerca del 10% de la electricidad consumida entre enero y marzo de 2025. Se trata del segundo volumen más alto de los últimos 16 años, dejando de lado el caso excepcional de la histórica sequía de 2023.
El aumento de importaciones se explica por dos factores: una mayor demanda industrial y residencial y una baja generación hidroeléctrica, la más reducida desde antes de la crisis del año pasado. Esta combinación obligó a recurrir al mercado eléctrico regional para asegurar la continuidad del suministro. A pesar de este repunte en la dependencia externa, Uruguay sigue siendo un referente regional en energías renovables. Durante 2024, el país cubrió el 99% de su demanda con fuentes limpias, superando a Brasil (91%), Chile (69%) y Argentina (40%).
En particular, la energía eólica representó un 33% de la generación nacional, muy por sobre los promedios regionales. La biomasa también tuvo una participación destacada (13%), en comparación con el 3% en Brasil y Chile, y el 1% en Argentina. El desafío de la resiliencia energética El informe —que no incluyó a Paraguay por falta de datos— revela que los cuatro países analizados alcanzaron en conjunto un 81% de producción eléctrica renovable en 2024. Mientras Brasil se destacó en generación hidroeléctrica, Chile lideró en energía solar.
Para Uruguay, el desafío ahora es mantener su autonomía energética, incluso frente a escenarios climáticos adversos. Esto requiere nuevas inversiones en almacenamiento, interconexión regional y diversificación tecnológica, a fin de reducir la vulnerabilidad de su sistema eléctrico y consolidar su posición como modelo de transición energética.
Fuente: Agencias