Dos departamentos en desastre y tres en emergencia obligaron al presidente Luis Arce a declarar emergencia nacional. Escasean los fondos para atender todo el daño ocasionado por el agua y denuncian preferencias con la ayuda humanitaria
Primero fue la sequía, luego los incendios más nefastos en la historia del país, y ahora las inundaciones.

Las lluvias empezaron en diciembre del año pasado, con un comportamiento poco habitual, pues los pronósticos apuntan a que se prolongarán hasta la primera quincena de abril, contrariamente a anteriores gestiones, cuando finalizaban en febrero.

Fuente: El Deber

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