Se espera que el etanol de maíz alcance los 9.800 millones de litros, un aumento del 19% respecto a la cosecha anterior. La producción anhidra (mezclada con gasolina) aumentará un 29%, hasta alcanzar los 3.700 millones de litros, mientras que la producción hidratada (utilizada directamente en vehículos flex-fuel) crecerá un 13%, hasta alcanzar los 6.100 millones de litros.

Para el etanol de caña de azúcar se proyecta una caída del 10%, con una reducción del 21% en el etanol hidratado (13,4 mil millones de litros) y un aumento del 9% en el etanol anhidro (10,6 mil millones de litros). La superficie de cosecha se estima en 7,4 millones de hectáreas, frente a 7,8 millones en 2024, lo que refleja la pérdida de más de 400 mil hectáreas por los incendios el año pasado.

La productividad deberá ubicarse entre 80 y 81 toneladas por hectárea, superando las 78 toneladas de la cosecha anterior. Los ingenios deben triturar 597,2 millones de toneladas de caña de azúcar, una caída del 4% respecto al ciclo anterior, incluidas 5 millones de toneladas de caña bisada (restantes de la zafra anterior). Se espera que el fenómeno de La Niña persista hasta principios de otoño, favoreciendo lluvias más frecuentes en marzo en la región Centro-Sur.

A partir de la 2ª quincena de abril se espera una reducción de las precipitaciones, con tendencia a un otoño más frío que en 2024. La Unión Nacional de Etanol de Maíz (Unem) estima inversiones de R$ 16 mil millones para aumentar la capacidad de producción en el país. A pesar de la expansión del sector, las altas tasas de interés y el aumento de los precios del maíz pueden hacer que los inversores reevalúen nuevos proyectos.

Fuente: Poder 360