A nivel global, la transición hacia un mundo sin emisiones de carbono ya no es una aspiración lejana, sino un proceso en marcha que redefine el futuro energético. Además, la urgencia climática y la necesidad de fortalecer la seguridad energética han convertido a la descarbonización en una de las principales metas globales.
En este contexto, el reporte Green Transition Scenarios de Statkraft (2024), proyecta que la transición del sector energético seguirá acelerándose a nivel mundial, impulsada por la disminución de los costos de las energías renovables, así como por las preocupaciones climáticas y de seguridad energética. Además, el informe destaca que la energía eólica y solar se cuadruplicarán para 2030 y aumentarán 13 veces para 2050, permitiendo que el sector eléctrico esté totalmente descarbonizado en 2050.
Y es que frente a este panorama Chile ya está mostrando avances significativos en esta dirección. De acuerdo con datos del Coordinador Eléctrico Nacional, en 2023 el sistema eléctrico redujo 21% sus emisiones de CO₂. Además, el 63% de la electricidad fue generada por fuentes renovables, mientras que la generación a partir de carbón cayó en un 27%, marcando un hito en la transición energética nacional. No obstante, el informe Fostering Effective Energy Transition del World Economic Forum (2024), posiciona a Chile entre los 20 mejores a nivel mundial para avanzar en esta materia.
Sin embargo, pese a los avances el camino hacia una transición energética plena aún presenta desafíos. Es por esto que la cooperación entre el sector público y privado y la implementación de soluciones innovadoras serán determinantes para acelerar este proceso, además de consolidar un modelo energético sostenible y resiliente.
Gestión eficiente y digitalizada
Con relación a lo anterior, Víctor Paredes, director Power System, afirmó que “la transición energética no solo requiere de un mayor despliegue de energías renovables, sino también de una gestión más eficiente y digitalizada del sistema eléctrico”.
Frente a este desafío, plataformas como Resource Advisor, desarrollada por la compañía, ayudan a hacer un seguimiento de los datos de emisiones en función de métricas clave. A esta herramienta se suma Zeigo Activate, la cual permite a las pequeñas y medianas empresas medir sus emisiones, elaborar una hoja de ruta de descarbonización y acceder a proveedores de soluciones. “Una de estas soluciones está pensada para grandes empresas y la otra, para pymes, cubriendo así todo el ecosistema”, destacó el ejecutivo.
“Las tecnologías digitales son esenciales para alcanzar el compromiso que tenemos como país. Lo digital hace que los datos sean visibles, y si se pueden ver, se puede hacer un seguimiento para ajustar y mejorar la eficiencia en activos, procesos y operaciones en las empresas”, agregó.
Fuente: EI