Este martes (18/2) tuvo lugar la primera reunión de 2025 del Consejo Nacional de Política Energética (CNPE) con diferentes repercusiones para la transición del país hacia bajas emisiones de carbono.
Desde el biodiesel hasta la captura de carbono, pasando por nuevos combustibles para la aviación y el transporte acuático y un enfoque controvertido hacia la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP+), las decisiones de esta mañana también señalan las dificultades de avanzar hacia una economía verde mientras se enfrentan los impactos inflacionarios del cambio climático.
Caso Biodiésel. El gobierno decidió dar marcha atrás en el cronograma de aumento de mezclas previsto para marzo de este año (del 14% al 15%) en medio del aumento de los precios de los combustibles y los aceites vegetales.
La medida fue criticada por productores y políticos vinculados al agronegocio, que sufrieron la primera derrota desde el inicio del gobierno de Lula (PT). El sector interpreta el aplazamiento como una mala señal para el Combustible del Futuro, un marco legal que amplía los mandatos para el biodiésel y el etanol y crea mercados para el diésel verde, el biometano y los combustibles de aviación sostenibles (SAF).
En el lado de la distribución de combustibles, que históricamente se ha resistido al aumento de las mezclas de biodiesel, el retroceso se ve desde otra perspectiva. En una nota, el Instituto Combustível Legal (ICL) analiza que la decisión dará más tiempo para discutir un seguimiento más efectivo del cumplimiento del mandato por parte de las centrales.
La organización calcula que alrededor de 220 millones de litros de gasóleo podrían haberse vendido con menos biodiésel del que debería haber sido en noviembre y diciembre de 2024, especialmente en Paraná y São Paulo.
Fuente: ejes