Nina explicó que si, tras un periodo de prueba de tres años, la planta no cumple con estos estándares, la empresa estará obligada a desmantelar las instalaciones, restaurar el sitio y abandonar Bolivia, sin que el Estado deba pagarles ningún monto.
El acuerdo, suscrito en noviembre de 2024, contempla la construcción de dos plantas con tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL), con capacidades de 10.000 y 25.000 toneladas anuales, y una inversión de 1.030 millones de dólares.
Fuente: Los Tiempos
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