Estudio hecho a 176 empresas expone que el 42 % de firmas solicita flexibilidad en las regulaciones laborales para adaptarse a los racionamientos de energía.
La modificación de la jornada laboral, a propósito de la crisis eléctrica, a cuatro días con 10 horas diarias de trabajo, denominado “pico y placa eléctrico”, no resultó atractiva para muchos negocios. Un estudio realizado a 176 empresas concluyó que solo un 2 % se acogió al cambio.

El informe se denomina Estrategias de impacto en un Ecuador de incertidumbre y fue elaborado por la firma Andeanecuador Consultores Estratégicos C.L., miembro de Deloitte Consulting. En el reporte se exponen las acciones que han adoptado las empresas ante los cortes de energía.

El “pico y placa eléctrico” fue autorizado por el Ministerio del Trabajo el pasado 22 de octubre de 2024, mediante el acuerdo ministerial MDT-2024-200. Se establecieron dos tipos de jornadas:

Jornada de 07:00 a 17:00 (10 horas diarias), aplicable para los días lunes, martes, miércoles y jueves. Jornada de 07:00 a 17:00 (10 horas diarias), aplicable para los días jueves, viernes, sábado y domingo. La institución acogió así una iniciativa impulsada por la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), que buscaba gestionar que el 50 % de la demanda nacional labore 10 horas diarias, de 07:00 a 17:00, siempre con luz del día, de lunes a jueves, y que se descanse viernes, sábado y domingo. En tanto que el 50 % restante trabaje en el mismo horario los días jueves, viernes, sábado y domingo, con descanso los lunes, martes y miércoles.

Casi dos meses después de la emisión del acuerdo ministerial, el 11 de diciembre se publicó el estudio de Deloitte que reveló que el 98 % de las empresas consultadas decidió no acogerse a la medida.

En su momento, Francisco Vergara, presidente de la Capeipi, afirmó que el acuerdo ministerial estaba “incompleto” y no sería muy útil, porque no estaba acompañado de una decisión del Ministerio de Energía y Minas para establecer horarios de racionamientos de energía de acuerdo a zonas, para que se pueda la modificación de la jornada resulte efectiva.

La propuesta de la Cámara incluía establecer dos zonas horarias de cortes de luz, con 96 horas continuas de energía en cada una, para que las empresas puedan trabajar. Sin embargo, esto no tuvo respuesta en el Gobierno.

¿Qué más han hecho las empresas por los apagones? El estudio que aglutina a firmas nacionales y multinacionales en el mercado ecuatoriano expone que el 88 % de negocios optó por utilizar generadores eléctricos para tener energía durante los apagones.

Sobre otras medidas implementadas, los resultados fueron los siguientes:

26 % de compañías aplicó horarios flexibles. 25 % prefirió el teletrabajo para sus colaboradores. 5 % realizó una reducción en sus operaciones. 11 % prefirió suspender el teletrabajo para continuar la operación en sus oficinas con energía de respaldo, apoyo en la búsqueda y provisión de UPS para sus colaboradores y el uso de espacios coworking para poder garantizar las condiciones de trabajo adecuadas. 59 % reportó un aumento en los costos operativos. 22 % enfrenta retrasos en la entrega de productos y servicios. 21 % ha visto una reducción significativa en su producción y operaciones. 5 % ha tenido que recurrir a despidos o reducción de personal. Por la implementación de estas medidas, un 28 % de empresas, especialmente de servicios y comerciales, aseguró que los cortes de luz no han tenido un impacto significativo en sus operaciones.

Para la mayoría de firmas (70 %) “la información y comunicación clara” es fundamental para enfrentar los racionamientos de energía.

El 42 % de firmas solicitó flexibilidad en las regulaciones laborales para adaptar sus operaciones a los cortes de luz. Un 37 % pide que se otorguen subsidios o apoyo financiero para comprar generadores eléctricos. Y un 23 % expresó que se requiere asesoría técnica y logística para optimizar el uso de energía.

Por otro lado, el informe recoge que las empresas también destacaron que se necesitan “facilidades para la importación de paneles solares, el acceso a energías autogeneradas limpias, así como la promulgación de nueva legislación que contemple la flexibilización de impuestos y promueva precios de energía más accesibles”

Fuente: El Universo