Un reciente informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA) proyecta un cambio significativo en el sector energético de América Latina: Argentina superaría a Colombia en la producción de petróleo durante el presente año. Este hito se atribuye al crecimiento de la actividad en los yacimientos no convencionales de Vaca Muerta, mientras que la producción colombiana sigue enfrentando una marcada declinación.
El presidente argentino, Javier Milei, ha destacado este logro en diversas declaraciones, afirmando que Argentina se ha convertido en el tercer productor de hidrocarburos de la región. Sin embargo, sus comentarios críticos hacia su homólogo colombiano, Gustavo Petro, han generado tensiones diplomáticas. Petro, a su vez, calificó las palabras de Milei como "irrespetuosas e irresponsables", lo que llevó a una protesta formal por parte del embajador colombiano en Argentina. Según la IEA, la producción petrolera de Colombia se reducirá a 770.000 barriles diarios este año, y continuará disminuyendo hasta alcanzar los 620.000 barriles diarios en 2028.

En contraste, la producción argentina, que ya llegó a 674.000 barriles diarios en noviembre pasado, mantiene una tendencia ascendente respaldada por inversiones en infraestructura como nuevos oleoductos. La situación ha despertado inquietudes en Colombia, donde la estatal Ecopetrol ha adoptado una postura conservadora desde 2019 al no firmar nuevos contratos de exploración. Ricardo Roa Barragán, presidente de la empresa, indicó que continuarán buscando petróleo y gas, pero los analistas consideran que la falta de nuevos acuerdos limita las posibilidades de revertir la caída en la producción.

Mientras tanto, Argentina busca diversificar su liderazgo energético, no solo en petróleo, sino también en gas. Aunque el país ha enfrentado escasez en este último recurso durante periodos de alta demanda, el gobierno trabaja en proyectos como un nuevo regasificador y el transporte de gas desde Vaca Muerta, con miras a exportar Gas Natural Licuado (GNL) a mercados internacionales. El panorama energético en América Latina está experimentando una transformación. Mientras Argentina avanza como un actor clave en la región, Colombia enfrenta desafíos para mantener su relevancia en un mercado altamente competitivo. Los expertos advierten que la sostenibilidad del crecimiento argentino dependerá de políticas estables y la capacidad de atraer inversiones. Además de los aspectos económicos, la disputa entre los mandatarios de ambos países podría complicar las relaciones bilaterales. Las críticas de Milei a Petro han añadido un componente político a una rivalidad que ya era evidente en el ámbito energético.

El fortalecimiento de la posición de Argentina podría tener implicancias significativas en las dinámicas comerciales de la región. Con proyecciones favorables para el mercado del GNL en Europa y Asia, el país tiene la oportunidad de consolidar su liderazgo energético, siempre que logre sortear los desafíos internos. En tanto, la comunidad internacional observa de cerca cómo la transición energética de ambos países redefine el mapa petrolero de América Latina. La respuesta de Colombia será clave para determinar si logra frenar su declive y mantener un rol destacado en el sector.

Fuente: Agencias