El presidente electo, Yamandú Orsi, reflotó la idea de poner fin al sistema de juste mensual de PPI.
Ancap sufrió una baja del 13% interanual en sus ingresos y aumentan sus problemas financieros Los precios de los combustibles se mantendrán congelados en diciembre El presidente electo, Yamandú Orsi, propone un sistema trimestral de ajuste de precios de los combustibles. El presidente electo, Yamandú Orsi, propone un sistema trimestral de ajuste de precios de los combustibles.

Ancap volverá a tomar deuda por hasta 200 millones de dólares. Ancap volverá a tomar deuda por hasta u$s 200M Orsi cuestionó el lunes el llamado Precio de Paridad de Importación (PPI), un informe que mensualmente realiza la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) en base a los precios internacionales del crudo y que recomienda al Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) el tipo de variación en venta al público que deben tener los combustibles en Uruguay, país importador neto.

"No me convence mucho que esto sea mes a mes porque genera mucha incertidumbre. A mí me gusta la certeza que alguien que invierte sepa que dentro de tres cuatro meses la realidad va a ser esa", aseguró el mandatario electo, que asumirá el 1 de marzo.

La postura del futuro gobierno respecto al sistema de fijación de precios no es una novedad. El senador Alejandro Sánchez, designado secretario de la Presidencia, se había referido en el mismo sentido unos días antes de la primera vuelta electoral de octubre.

En la realidad, aunque el PPI debe seguir de guía para la fijación de los precios de los combustibles no siempre es respetado por el gobierno, puesto que no es vinculante, sino que se trata de una mera recomendación. Así, en el último año fueron varios los meses en que el MIEM no ajustó los valores a la sugerencia de la Ursea, justificándolo en que Ancap podía cubrir esas diferencias.

Varios economistas y políticos reaccionaron anoche a la declaración de Orsi, cuestionando sus argumentos y pidiendo, en cambio, que las políticas en materia de combustibles tendieran a una mejora del mercado, abriendo la competencia y poniendo fin al monopolio de Ancap, una idea que recogía el programa de gobierno de Álvaro Delgado (Partido Nacional).

“La fijación del precio de los combustibles con referencia al precio de paridad de importación da transparencia y certeza, y evita que suceda la discrecionalidad como ya pasó en el anterior gobierno del FA, cuando vía tarifa pagamos el desastre de Ancap”, escribió el diputado Iván Posada del Partido Independiente en X.

El economista José Licandro, exintengrante del BCU, agregó: “Lo preocupante no es que ajuste al PPI con menor periodicidad, sino que esté pensando en cambiar el criterio del PPI. ¿Volvemos a la discrecionalidad? ¿Vamos a usar de nuevo el combustible para "recaudar" con la tarifa sin pasar por el Parlamento? Estaría bueno que se aclarara”.

Facundo Márquez, vicepresidente de la Unión de Exportadores Uruguayos (UEU), aseguró, por su parte, que “no debería ser ni Ancap ni el Estado el que amortigue cambios en el mundo”. “Para eso existen mecanismos de cobertura y es responsabilidad de los inversores tomar esas decisiones. Si hay algo que hacer sería justamente lo contrario: PPI diario”, señaló en X, en referencia a los dichos de Orsi sobre “que un conflicto armado a veces te genera una suba de un precio y por eso siempre está el Estado y Ancap para contener y amortiguar"

Alejandro Stipanicic, presidente de Ancap, aseguró un mes atrás en diálogo con el sitio especializado Surtidores, “el PPI no es invento de este gobierno, ya se calculaba antes en Uruguay”. “La propuesta de usarlo fue mía en el programa del sector Ciudadanos del Partido Colorado, para poner una referencia independiente y limitar la discrecionalidad del gobierno y la incidencia de Ancap en las tarifas”, explicó.

Hasta ese momento, en el año 2020, el precio de los combustibles era fijado por el gobierno de turno en concordancia con Ancap. La metodología, vigente desde 1931, fue criticada por la oposición durante los gobiernos del FA por considerar que la empresa estatal se beneficiaba al fijar sus propios precios dejando en condiciones desventajosas a las pocas estaciones de servicio privadas que operan en el Uruguay.

Fuente: Ambito