de origen chileno, que tiene más de 16% de participación del mercado de gas en el país y que acaba de inaugurar una nueva planta de GLP (Gas Licuado de Petróleo) en Norte de Santander.
“Somos un complemento. Claramente el GLP (transportado en cilindros y utilizado principalmente en zonas rurales o zonas no interconectadas al sistema de gas natural) es una alternativa para los problemas que puede tener el gas natural”.
En ese sentido, refirió que el GLP no está ajeno a la situación de los energéticos en el país y que hay unos limitantes de oferta en el país que se presentan principalmente porque hay una disminución de producción de derivados del petróleo por parte del Ecopetrol, “pero más allá de eso, la realidad es que el GLP, como fuente alternativa, es muy importante. Es un producto que por muchos años ha sido parte de la matriz energética en Colombia, un mercado en donde millones de personas en Colombia aún lo usan para cocinar y sobre todo en la zona rural”.
Asimismo, comentó que en Colombia se estima que hay más de un millón de hogares que todavía están consumiendo leña, donde el GLP también es una alternativa para suplir. “Lo que el país tiene que hacer es salir de la pobreza energética y lo que necesitamos es ayudarle a mucha de esa gente y, en ese orden de ideas, el gas que nosotros proporcionamos, con nuestras marcas, lo que permite es darle solución a muchos de esos hogares”.
En cuanto al sector industrial, Morales explicó que ahí también sirven como alternativas para suplir necesidades puntuales de pequeños hoteles, pequeños comercios o de gran industria. “Es una alternativa para suplir esos déficits, obviamente la pregunta es cuál es el faltante, hay un debate de cuál es la cifra, hay incertidumbre al respecto y en el corto plazo. Pero lo que necesitamos es que el país tenga opciones para satisfacer las necesidades del mercado”.
Más allá de los asuntos técnicos, la diferencia entre el GLP y el gas natural, explicó el gerente de Gasco es el transporte. El primero usa cilindros, empleados en las cocinas de zonas rurales o para asadores en las casas, un gas que que se ve de forma líquida, de ahí su facilidad de transportarse. “Se lo pueden llevar de un lado a otro de una manera sencilla y económicamente eficiente cuando lo comparamos con el gas natural el gas natural, que también se podría volver líquido pero se tendría que enfriar demasiado”.
En esa línea, el empresario dijo que en Colombia al día se pueden estar talando más de 23.000 árboles para cocinar, “una cifra aterradora en la medida en que todos estamos buscando tener no solo un país sino un planeta mucho más amigable con el medio ambiente. Hay una mejor manera de explorar los recursos que tenemos, este gas es una alternativa relevante”.
En cuanto a los clientes de Gasco, de las más de 60.000 toneladas mensuales de GLP, cerca del 70% es un mercado de cilindros y un 30% es para mercados industriales. En este último nicho hay un mercado importante que es la producción avícola del país, en donde muchas de las incubadoras para producir pollo, por ejemplo, necesitan calentar el ambiente y esa calefacción se hace con nuestro GLP.
La nueva planta Sobre la nueva planta, ubicada en el municipio de Los Patios (Norte de Santander), Morales expresó que venían trabajando en desarrollar una infraestructura nueva en Cúcuta por el potencia que tiene el mercado en esta zona del país.
Se trata de infraestructura de un área de más de 5.000 metros cuadrados, de los cuales 600 son de área administrativa y unos 2.700 están dedicados a temas de operación. La inversión supera los COP$4.000 millones. Busca almacenar cerca de 120 toneladas de GLP, envasar 320 cilindros por hora y desarrollar otras tareas de llenado de carrotanques, cargue y descargue de cilindros, servicios técnicos de atención a usuarios, entre otros.
Gasco alcanza una cobertura cercana al 90% del territorio nacional y suma 13 plantas en diferentes zonas del país. Con esta en particular buscan atender al Norte de Santander y zonas aledañas, así como a comercios, hoteles y restaurantes.
Fuente: Bloomberg