El hidrógeno verde (H2V) se ha destacado como el potencial transformador de este energético en la transición hacia un futuro sostenible. Este miércoles se celebró el Día del Hidrógeno Verde, con el propósito de concientizar sobre el papel fundamental de este vector energético, producido mediante electricidad renovable y agua, como insumo clave para reducir la huella de carbono.
Chile proyecta una demanda de 107 millones de metros cúbicos de agua destilada o desalinizada para la industria del hidrógeno verde hacia 2030, según el informe “Disponibilidad del recurso hídrico en el desarrollo del hidrógeno verde y sus derivados en Chile”, respaldado por el proyecto International PtX Hub y la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ).
El presidente de la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (Acades), Carlos Foxley, enfatizó que “la relación entre el hidrógeno verde y el agua es indisoluble; es una materia prima muy importante, especialmente el agua desalinizada de regiones como Antofagasta y Magallanes, donde estos proyectos tienen mayor potencial”.
Añade que “la desalación no solo es estratégica para abastecer el agua necesaria en el proceso de generación de hidrógeno verde, sino también para los tiempos de desarrollo de los proyectos. Actualmente, obtener permisos para una planta desalinizadora toma un promedio de ocho años, lo cual afecta la competitividad del país en el mercado de hidrógeno verde”.
El Plan de Acción de Hidrógeno Verde de Chile 2023-2030 promueve el uso de agua desalada o reutilizada para aplicaciones industriales, contribuyendo al resguardo de fuentes de agua dulce para consumo humano. Este enfoque también considera que el costo del agua representa menos del 1% del costo final del hidrógeno, refiriéndose aproximadamente 10 litros de agua por kilogramo de hidrógeno verde producido.
La integración de tecnologías de desalación y reutilización de agua no solo asegura la disponibilidad de agua de calidad para la producción de hidrógeno, sino que también optimiza el proceso de electrólisis mediante el uso de aguas residuales, logrando una operación más sostenible y reduciendo el consumo energético.
Fuente: EI