El RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) crea una oportunidad para más actividad en Vaca Muerta. Esa es la proyección que realizó la consultora Rystad Energy sobre el efecto que tendrá el régimen en la actividad del shale.
Con la firma de Matthew Hale, vicepresidente senior de investigación de la cadena de suministro, y Andres Villarroel, analista de investigación de actividades upstream, el documento explica cómo el RIGI podría significar una oportunidad para aprovechar el mayor potencial productivo de Vaca Muerta.
“Esto probablemente se traducirá en mayor actividad de perforación onshore, así como en operaciones de fractura subsecuentes, ya que los proveedores de servicios petroleros se benefician de la inversión adicional y de posibles cambios en los aranceles de importación y los controles de divisas”, subraya el informe.
Si bien los incentivos se enfocan en grandes proyectos con una inclinación hacia las exportaciones de gas, Rystad Energy estima que las reformas expandan la actividad de perforación en los próximos años, movilizando equipos de perforación inactivos, principalmente desde Estados Unidos, donde la actividad ha caído significativamente debido a múltiples desafíos.
La consultora también proyecta que Tecpetrol, TotalEnergies, YPF, Pampa Energía y Pan American Energy impulsarán el crecimiento en el shale gas. “Los operadores argentinos y las empresas de servicios anticipan que estas reformas iniciales podrían llevar a cambios adicionales que atraigan más inversores extranjeros”, afirma Rystad Energy.
La maraña del cepo Las restricciones cambiarías implementadas en 2011 limitaron la inversión extranjera en Argentina. Si bien en 2015 se levantaron los controles, el desequilibrio fiscal obligó a restaurarlas en 2019.
El cepo se mantiene vigente mientras el país trabaja para restaurar el orden fiscal, evitando una fuga hacia el dólar, pero esto también podría levantarse en los próximos años a medida que la inflación real se alinee más con la tasa de devaluación planificada.
Un paso clave se dio el 23 de agosto cuando se publicó la versión final del RIGI. La iniciativa apunta a algunos proyectos downstream de petróleo y gas superiores a $200 millones son elegibles para estos términos fiscales y comerciales únicos, que fijan el régimen fiscal por 30 años.
En tanto, los proyectos de oleoductos y almacenamiento requieren una inversión mínima de 300 millones de dólares, mientras que la exploración y producción offshore como la de gas onshore deben superar un umbral de 600 millones de dólares.
Asimismo, la producción de petróleo onshore (incluso con gas asociado) está excluida de estos incentivos, ya que generalmente requiere menos acomodaciones para justificar nuevos pozos.
Además, hay un requisito de contenido local del 20% para bienes y servicios, siempre que los proveedores locales estén disponibles con calidad y precios similares.
Otro punto para tener en cuenta es que el 40% de la inversión mínima debe completarse dentro de los primeros dos años. Los beneficios fiscales incluyen una tasa impositiva máxima del 25%, depreciación acelerada y disposiciones de arrastre de pérdidas fiscales.
Las inversiones en Vaca Muerta serán beneficiadas por el RIGI. Las inversiones en Vaca Muerta serán beneficiadas por el RIGI.
El efecto RIGI Según Rystad Energy, el beneficiario inmediato del régimen será el oleoducto Vaca Muerta Sur de YPF, que transportará 700,000 barriles por día (bpd) desde Vaca Muerta hasta el puerto de Punta Colorada.
Una oportunidad significativa estará puesta en los equipos de servicio ya que los perforadores importados y los equipos de fracturas estarán exentos de aranceles de importación como bienes de capital y repuestos.
“Esta disposición crea una ventana para traer unidades adicionales necesarias para aumentar la producción de los equipos de perforación y flotas de fractura ya utilizados en el país, que a veces tienen problemas con tiempos de inactividad relacionados con el mantenimiento”, subraya el documento.
“Con los aranceles de importación actuales, las empresas de servicios extranjeras están en ventaja al importar equipos porque pueden aprovechar el capital externo, mientras que los contratistas nacionales enfrentan obstáculos financieros adicionales”, analiza.
Un ejemplo de esto es que Vista contrató a Nabors en mayo para un equipo de perforación de alta especificación adicional para trabajar en Vaca Muerta, lo que elevó el total a tres equipos activos, seguido por el despliegue de una segunda flota de fractura de Schlumberger en junio.
“Rystad Energy estima que se necesitarían de 15 a 20 equipos de perforación adicionales para cumplir con los aumentos de producción proyectados a 1.0 millones de bpd en 2032”, destaca el informe.
Una oportunidad para el shale La actividad en Vaca Muerta se ve limitada por la falta de equipos en el país. El shale argentino requiere de perforadores específicos capaces de trabajar en pads con sistemas de desplazamiento o deslizamiento, así como bombas de lodo de alta presión (7,500 psi) capaces de remover recortes en laterales largos.
“Con la actual pausa en la actividad de perforación onshore en EEUU y una probabilidad real de más declives, esto presenta una oportunidad para que los contratistas de perforación movilicen equipos inactivos hacia Argentina y apoyen este desarrollo”, considera Rystad Energy.
“Aunque los incentivos actuales del RIGI excluyen la producción de petróleo onshore y el gas asociado, sí comienzan a nivelar el campo de juego para la inversión extranjera en campos de gas e infraestructura de oleoductos necesarios para apoyar el crecimiento del shale”, agrega.
La flota actual se enfrenta al desafío de cumplir con la demanda de las operadoras por lo que las contratistas locales e internacionales podrían aprovechar la exención a equipos que ofrece el RIGI.
“El tiempo dirá si este régimen fiscal logrará sus objetivos de inversión extranjera y aumentará las exportaciones, pero parece ser un paso en la dirección correcta y uno que beneficiará tanto a los operadores como a las empresas de servicios petroleros”, afirma el documento.
Fuente: Más Energías