El 34% de la urea producida en el complejo petroquímico de Bulo Bulo se distribuyó entre Cochabamba, La Paz y Tarija, mientras que el 3% restante se destinó a otros departamentos. Este fertilizante también beneficia a pequeños productores, como los dedicados al cultivo de papa, trigo y hortalizas en el occidente y de uvas en Tarija.
Las ventas de YPFB incluyen contratos con productores, distribuidores mayoristas y entidades públicas como el Ministerio de Defensa y la Empresa Estratégica de Producción de Abonos y Fertilizantes. Con la planta de urea operando a plena capacidad, Bolivia redujo casi por completo la necesidad de importar este insumo, cubriendo el 99,99% del mercado local con producción nacional, lo cual ha permitido mantener los costos accesibles para los agricultores.
Fuente: Los Tiempos
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