Se proyecta que el superávit energético alcance su nivel más alto en 15 años, cerrando con hasta USD 5.000 millones. Ideas resumen: Vaca Muerta y el gasoducto Néstor Kirchner han sido claves para alcanzar un superávit energético de USD 4.000 millones, un aumento significativo respecto a 2023. El sector energético podría cerrar 2024 con un superávit de hasta USD 5.000 millones, el mayor en 15 años. Vaca Muerta y la revolución energética argentina
En los primeros siete meses de 2024, el sector energético argentino, con Vaca Muerta a la cabeza, ha generado un superávit de USD 4.092 millones, superando ampliamente los resultados del año anterior. Esta cifra es resultado de un menor gasto en importaciones de combustible y un aumento significativo en la producción de hidrocarburos, lo que permitió un mayor ingreso de dólares al Banco Central de la República Argentina (BCRA). Impacto del gasoducto Néstor Kirchner en el superávit La inauguración del gasoducto Néstor Kirchner ha sido un factor clave en la reducción de las importaciones de gas, lo que contribuyó significativamente al superávit comercial. Según datos del INDEC, hasta julio, la balanza energética mostró un saldo positivo de USD 2.933 millones, el valor más alto en más de dos décadas. Esta infraestructura ha permitido optimizar la distribución interna de gas, reduciendo la necesidad de compras externas.
Proyecciones para 2024: Un superávit histórico Tanto las estimaciones privadas como las gubernamentales proyectan que la balanza comercial energética podría cerrar el año con un superávit de hasta USD 5.000 millones, lo que sería el mejor resultado en 15 años. Este superávit contrasta fuertemente con el déficit de USD 600 millones registrado en 2023 y los USD 4.500 millones de déficit en 2022. A pesar de las recientes compras de fuel oil y gasoil, se espera que el resultado positivo se mantenga, marcando un punto de inflexión en la economía energética del país. Desafíos futuros para la sostenibilidad del superávit A pesar de los números positivos, la sostenibilidad de este superávit a mediano y largo plazo dependerá de varios factores. El repunte en la economía podría aumentar el consumo energético, lo que generaría una mayor demanda de importaciones. «Mantener este superávit requerirá no solo un control riguroso de las importaciones, sino también continuar optimizando la producción local,» advierte un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Fuente: Agencias