Hace 15 años, la subvención era de $us 200 millones, pero para 2023 ascendió a alrededor de $us 2.000 millones, y se prevé un monto similar para este año. Comiso de carburantes en una zona fronteriza en el occidente del país.

El Gobierno gasta $us 2.000 millones al año para la subvención de la gasolina y el diésel. De este monto, Bolivia pierde aproximadamente $us 600 millones debido al contrabando de combustibles que salen fuera de las fronteras.
El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, lamentó que, pese al esfuerzo que se realiza para abastecer de los carburantes, hay quienes se dedican al contrabando del diésel y la gasolina.

Fuente: La Razón

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