Con ese nombre fue conocido el país tropical en la segunda mitad de la década de los 70. Poco antes, algunos estados árabes habían impuesto un embargo en su venta de petróleo a Estados Unidos y otras naciones, en medio de conflictos internacionales. La medida disparó el precio del crudo, que se multiplicó por diez e instó a Venezuela a nacionalizar en 1975 sus recursos naturales, bajo el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez. Nació, así, Petróleos de Venezuela (PDVSA), que impulsó el auge del país por esos años.
Las sanciones económicas sobre Venezuela que podrían profundizarse ante sospechas de fraude electoral Canciller venezolano carga contra Boric tras rechazar triunfo de Maduro: "No necesitamos su devaluado reconocimiento" El "boom" de los 70 se debilitó con fuerza en los años 80, década que en sus postrimerías estuvo marcada por las protestas. En 1992, con Carlos Andrés Pérez una vez más en la presidencia, del descontento nace un frustrado golpe de estado, liderado por Hugo Chávez, quien terminaría en la cárcel. De todos modos, la industria del petróleo seguía constituyendo un ingreso potente para Venezuela.Según constata la BBC, con datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en 1998 la producción de crudo alcanzaba 3,1 millones de barriles al día. Se trata del mismo año en el que Hugo Chávez ganó las elecciones. A partir de la llegada del "chavismo" al poder, sin embargo, la industria comenzó a desmoronarse. PDVSA, ya afectada por la corrupción, cayó presa de malas decisiones. Una de ellas, el despido de casi 20 mil trabajadores, tras una huelga de más de un mes. "Ahí empieza a venirse abajo todo. No solo la producción, que es lo más fácil de medir y lo evidente, sino también cosas muy importantes como el mantenimiento de las instalaciones", dijo Eugenio Montoro, ex gerente de PDVSA, a AFP. Si bien la producción siguió aumentando por algunos años, para cuando falleció Chávez cayó a 2,3 millones de barriles.
<br/Es decir, un 25% menos que en 1998. La llegada de Maduro al poder no mejoró la situación, al contrario. Entre 2013 y 2018 la producción cayó de 2,3 millones de barriles diarios a 1,1 millones. En ese momento, llegó otra estocada: las sanciones de Estados Unidos, que la hicieron caer hasta 740.000 barriles, según la BBC. Este año, en tanto, son 654.000 barriles diarios los que PDVSA logra exportar. La industria no solo está débil en términos de producción, pues desde distintos sectores además han apuntado al poco cuidado que está teniendo con el medio ambiente. Hace unas semanas, de hecho, un reportaje de The New York Times denunció la contaminación de lagos y poblados. "Hoy, el petróleo se filtra por los deteriorados oleoductos submarinos en el lago, cubriendo las costas y convirtiendo el color del agua en un verde neón que se puede ver desde el espacio", dice el trabajo del medio citado. Las proyecciones con Maduro Muchos ven la reciente elección presidencial del domingo -en la que "triunfó" Maduro con resultados fuertemente cuestionados por la comunidad internacional y que ha gatillado una crisis en ese país- como negativa para la industria petrolera. Y es que se prevé que el país vuelva a ser aislado y que las sanciones se mantengan o se vuelvan aún más drásticas. "Vemos en los próximos años que tal vez la indsutria local petrolera no tenga la capacidad de reactivar su capacidad instalada. Se requieren inversiones, reactivación de relaciones con socios extranjeros", expresó a Bloomerg el economista jefe de la consultora venezolana Ecoanalítica, Luis Arturo Bárcenas. Agregó, también, que PDVSA "no ha podido elevar la producción más allá de 620.000 barrilles al día, y ha sido gracias a Chevron y las petroleras europeas. El hecho acá es que el sector petrolero probablemente no va a estar financiado por apoyo multilateral". En tanto, la profesora brasiñela Denilde Hozhacker señaló -también al medio citado- que lo que ocurra con la industria del petróleo va a depender mucho de la actitud de Estados Unidos y Europa frente a las sanciones.
Fuente: EMOL