Brasil, con el segundo rebaño ganadero del mundo y una importante producción de energía azucarera, tiene potencial para generar energía eléctrica a partir de biogás en un nivel equivalente al del sector hidroeléctrico (172 gigavatios). Si se transforma en biometano, podría sustituir hasta el 76% del diésel consumido en el país, según Abiogás (Asociación Brasileña de Biogás).
El biogás resulta de la descomposición de materia orgánica en ausencia de oxígeno. La basura, las aguas residuales, el estiércol y los desechos agrícolas son ideales, ya que son baratos y abundantes. El biogás puede generar electricidad y calor, al igual que el gas natural fósil, pero es renovable. También se puede purificar y convertir en biometano, un biocombustible, en un proceso que también produce biofertilizantes.
"Hace casi 20 años, mi tío vio un biodigestor instalado en una escuela de agricultura y se interesó. Los productores de nuestra región necesitaban calentar sus granjas y al mismo tiempo reducir costos. Un tío se unió a otro y decidió invertir en esta afición. Nosotros no lo había previsto", afirma Fabio Heck, gerente de Biokohler, empresa resultante de esta inversión, que opera en el campo de la instalación de biodigestores y la generación de biogás.
Son más de 250 plantas de biogás instaladas desde su creación, repartidas por todo el territorio nacional. Siete de ellas son de propiedad directa de Biokohler, enfocadas a la generación eléctrica, en alianza con haciendas del oeste de Paraná que alimentan los biodigestores. Sólo uno cuenta con una depuradora de biometano, que abastece a la flota de vehículos de la empresa. El sistema es adecuado para el concepto de economía circular.
"Consideramos el biometano como una forma de no depender únicamente de la energía eléctrica. Y estamos en una región que, debido a la cantidad de vehículos pesados utilizados por la agroindustria, podría convertirse en un hub para este gas", afirma Heck.
En los últimos diez años, el número de plantas de biogás en Brasil pasó de 130 a 1.365, según el último estudio del CIBiogás, una TIC+I (institución de ciencia y tecnología con innovación). Juntas, tienen capacidad para producir 4 mil millones de Nm³ (metros cúbicos normales, la unidad estándar para gases) por año, casi un tercio del valor energético que produjo Itaipú en 2022.
Si Brasil utilizara su capacidad real, que alcanza los 78 mil millones de Nm3, sería posible generar 798 mil empleos y eliminar de la atmósfera 642 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, según el balance del proyecto GEF Biogás Brasil.
El Sur y Sudeste concentran la mayoría de unidades, con énfasis en Minas Gerais (274), Paraná (198) y Santa Catarina (82).
La mayoría genera energía eléctrica. Sólo seis están autorizados por la ANP (Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles) para producir biometano, y otros 21 están en proceso de autorización. La expectativa es que a finales de la década haya 90 plantas que produzcan 6 millones de m³ de biometano por día.
"Además de la descarbonización, Brasil gana competitividad con la adopción de biogás y biometano", dice Ricardo Müller, ingeniero ambiental responsable de Dr. Biogás, empresa de consultoría y difusión de información. "Ya he atendido fincas donde el biogás impactaba el 40% de los gastos."
Uno de sus clientes, propietario de una fábrica de cerámica, también empezó a dedicarse a la cría de cerdos para producir biogás. Con 6.000 animales, reduce la factura de energía y revende biogás. Los ingresos son de R$ 40.000 por mes. "Gana más dinero con las heces que con el cerdo", bromea Müller.
Potencial desperdiciado
A pesar del crecimiento, el potencial está infrautilizado: la agricultura aporta sólo el 17% de los sustratos para el biogás, detrás de las aguas residuales (63%) y la industria (20%).
"La implantación del biogás no es baladí. Hasta que no tengamos un mercado de carbono establecido, con objetivos rígidos e incentivos específicos para el sector, los consumidores optarán por la opción más barata, contaminante o no", afirma Renata Isfer, presidenta ejecutiva de Abiogás.
También cita otro cuello de botella llamado "el huevo y la gallina", donde hay un impasse entre productores, infraestructuras y consumidores. Por ejemplo, "las estaciones no buscan proveedores de biogás ni instalan surtidores de biocombustible porque no hay demanda. En cambio, el camionero, que podría promocionar el negocio, no reconvierte su vehículo porque no tiene donde repostar".
El productor también debe ser consciente de que el biogás no es para todos. "La lógica es al revés", explica Airton Kunz, investigador de Embrapa. “Si tu granja no produce suficiente materia orgánica, no habrá gas”, afirma. La calculadora BiogásFORT de Embrapa estima el volumen de gas que se puede generar a partir de una determinada producción.
"Dependiendo de la explotación y de la inversión realizada, se pueden sacrificar en como gasolina y electricidad, e incluso tenemos sobras para revender", continúa Kunz.
Potencial de producción de biogás por origen
Azúcar-energía: 21,1 mil millones de Nm³/año Producción agrícola: 6,6 mil millones de Nm³/año Proteína animal: 14,2 mil millones de Nm³/año Saneamiento: 2,2 mil millones de Nm³/año
Equivalencia energética (aplicación) Potencial de energía eléctrica a partir de biogás: 170.912 GWh/año
Diésel que podría ser sustituido por biometano: 40.800 millones de litros
Fuente: Abiogás