freestar El nuevo presidente de la empresa estatal, el economista Oliver Stark, señaló que estas medidas buscan demostrar que “los cambios van en serio” y que la empresa está comprometida con la recuperación.
Traslado a Talara y venta del edificio en San Isidro Una de las medidas más radicales es el abandono del edificio ubicado en la Av. Paseo de la República, en San Isidro, y el traslado de todo el personal a Talara, donde se encuentra la refinería de la empresa.
Esta medida se realizará en un cronograma de mudanza aún por definir, y se espera que genere liquidez para la empresa a través de la venta o concesión del edificio en San Isidro, que según Stark podría alcanzar un valor de US$ 120 millones.
“No quiero dar números para no contaminar el proceso, pero en algún momento alguien valoró este edificio en US$120 millones. Quizá el número, comparado con el tamaño de las cifras que estamos acostumbrados a oír en Petroperú, parezca que no mueve la aguja, pero sí la mueve. Cualquier medida es bienvenida”, indicó Stark a El Comercio.
Gestión privada y auditoría a la refinería de Talara En busca de una mayor eficiencia y transparencia, Petroperú también anunció la contratación de una empresa privada que gestione la empresa como si fuese una entidad privada.
“Así funciona un Project Management Office (PMO), y así lo hemos conceptualizado nosotros. Algunos especialistas lo llaman también Chief Transformation Office (CTO)”, indicó Stark.
freestar Además, se realizará una auditoría forense a la polémica y costosa modernización de la refinería de Talara, iniciada durante el gobierno del expresidente Ollanta Humala, cuya construcción demoró diez años y costó el triple de lo que se estableció inicialmente, ha sido una de las principales fuentes de pérdidas para Petroperú.
Fuente: Correo