La Reserva Federal aumentó agresivamente las tasas de interés en 2022 y 2023 para frenar el aumento de la inflación. Estas tasas más altas han aumentado los costos de endeudamiento para los consumidores y las empresas, lo que podría desacelerar el crecimiento económico y reducir la demanda de petróleo.
Del mismo modo, un dólar estadounidense más fuerte podría reducir la demanda de petróleo, encareciendo las materias primas denominadas en dólares, como el petróleo, para los tenedores de otras monedas.
Los futuros del Brent subieron 2,01 dólares, o un 2,5%, a 81,63 dólares el barril, mientras que el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) subió 2,21 dólares, o un 2,9%, a 77 dólares.
Ese fue el cierre más alto para ambos contratos de referencia desde el 30 de mayo.
"Los futuros son más altos ya que las expectativas de demanda de verano respaldan los precios... aunque las perspectivas macroeconómicas más amplias siguen siendo menos optimistas que en semanas anteriores", dijeron en una nota los analistas de la consultora energética Gelber and Associates.
Fuente: Agencia