El gas costa afuera sería la mejor alternativa que tiene en este momento el país para aumentar sus reservas. Permisos ambientales y sociales, los retos.
En medio de un panorama en el que las reservas de gas de Colombia se agotan cada vez más, pasando de 7,2 a 6,1 años en 2023, el potencial gasífero costa afuera (offshore) está tomando más relevancia para garantizar la seguridad energética del país.

Elsa Jaimes Romero, vicepresidenta de Exploración Offshore de Ecopetrol, comentó a este diario que el gas costa afuera es la mejor alternativa que tiene en este momento el país para aumentar sus reservas y mantener la soberanía energética.

De hecho, sostuvo, de tener éxito desarrollando todo el potencial costa afuera que tiene en la mira la petrolera, las reservas gasíferas del país podrían aumentar más de 20 veces frente a las que se tienen actualmente.

“Es un número muy grande, pero es un potencial que sabemos que tiene el Caribe colombiano y que si logramos hacer que nuestras actividades tengan éxito, es decir, si perforamos los pozos, encontramos efectivamente el gas y logramos desarrollarlo, las reservas del país aumentarían de esa manera”, explicó Jaimes.

Lo anterior se haría con los 11 contratos costa afuera que tiene Ecopetrol vigentes en el Caribe colombiano y que representan el 28% del área total de esa zona. Se ha estimado un volumen descubierto de entre 4,5 y 12 terapies cúbicos (TPC).

Y es que si bien los volúmenes de reservas de gas han bajado, no es el caso de los volúmenes descubiertos. Por eso, la meta de Ecopetrol, dijo Jaimes, es desarrollar ese potencial antes de que se acabe esta década.

“Lo que pasa es que los volúmenes descubiertos se convierten en reservas cuando ya tenemos una comercialidad, unos compradores y cuando logramos conectarlos con los centros de consumo”, señaló la directiva.

Sin embargo, esta última parte es la más crítica. “Los proyectos offshore, desde que el pozo se descubre hasta que logramos conectarlo con los centros de consumo, pueden tardar hasta 15 años. Ahora estamos de la mano de Petrobras y Shell, nuestros socios, trabajando en paralelo en esas labores de exploración y desarrollo y proyectándonos a un futuro de producción. La meta es reducir ese tiempo a la mitad”, añadió.

El cuello de botella

Aunque desarrollar proyectos de gas costa afuera requiere de tecnología avanzada y grandes inversiones, para Ecopetrol y sus empresas aliadas la mayor dificultad es en cuanto a regulación y permisos.

“Shell, Petrobras y Ecopetrol estamos dispuestos a hacer esas inversiones de capital. El reto está es en los habitadores, es decir, en reducir los tiempos de los permisos ambientales y sociales, como los de playa, arqueología, entre muchos otros, y en la articulación desde el Gobierno Nacional para que tengamos una regulación con la que se pueda comercializar ese gas a buen precio”, sostuvo la vicepresidenta de Exploración Offshore de Ecopetrol.

Agregó que no están pidiendo la eliminación de dichos trámites, sino hacerlos de una manera más acelerada para tener el gas a tiempo.

Las estrategias de la ANH

Desde la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) expusieron algunas de las estrategias que están implementando para aportar a la viabilidad extractiva de petróleo y gas en Colombia.

Según el vicepresidente técnico de la entidad, Miguel Armenta, la viabilidad exploratoria en el país exige la estructuración de mecanismos que generen confianza en la inversión y que faciliten la ejecución de actividades en los bloques ya asignados.

Uno de los mecanismos, dijo, es la adopción de un papel activo, por parte de la ANH, en el acompañamiento a las compañías en territorio para facilitar así el desarrollo de los contratos vigentes y no generar mayores afectaciones.

Así está el debate Por ejemplo, la entidad expidió la resolución 301 de 30 de abril de 2024, a través de la cual ya se permite el cambio del programa exploratorio, el traslado de actividades o la terminación en aquellos contratos en los que se han impactado la realización de técnicas no convencionales para la explotación de hidrocarburos.

Armenta agregó que con esto también se permite la reducción de los compromisos y la terminación de contratos en los que existen restricciones ambientales o jurídicas que impidan, total o parcialmente, su ejecución.

Fuente: El Colombiano