Viernes, 22 Marzo 2024

Colombia - La junta de Ecopetrol

A la Casa de Nariño le corresponde proteger tanto el gobierno corporativo como la administración estratégica del principal activo de los colombianos.
Francisco Miranda Hamburger Director de Portafolio

Mañana está convocada la asamblea de accionistas de Ecopetrol, el grupo empresarial de mayores ingresos del país y la ‘joya de la corona’ del patrimonio público. Además de la revisión de los distintos informes sobre el desempeño corporativo, los estados financieros y la repartición de dividendos, la agenda de la jornada incluye un espinoso asunto: la elección de los miembros de la junta directiva hasta 2025.

Este ejercicio de renovación de los siete representantes del Gobierno en el máximo órgano corporativo de la petrolera se ha convertido tanto en un pulso público por el poder en la empresa como en la expresión de la preocupación alrededor del actual presidente del conglomerado, Ricardo Roa. De hecho, la presentación de una nueva plancha de directores por parte de la Casa de Nariño es el producto de la tensión entre Roa y un sector saliente de la junta directiva.

A raíz de varias investigaciones, incluidas las de la Unidad Investigativa de El Tiempo, el presidente de Ecopetrol enfrenta graves acusaciones alrededor de varias polémicas, que han atraído los ojos de entidades de control y vigilancia. La primera tiene que ver con irregularidades en la financiación de la campaña presidencial de Gustavo Petro, de la cual fue gerente. En segundo lugar, está la compra a precios favorables de un apartamento a una persona con intereses en el sector petrolero. Un tercer aspecto toca a los contratos en entidades estatales que han beneficiado a la pareja sentimental del alto ejecutivo.

Estos temas ameritaron que la junta directiva solicitara un informe confidencial a la firma británica Control Risks para evaluar los potenciales riesgos que estas investigaciones contra Roa podrían desatar sobre el grupo empresarial. De acuerdo a informes periodísticos, como el de Daniel Coronel y Caracol Radio, el reporte encuentra que los señalamientos a Roa suponen un “riesgo elevado” a Ecopetrol en materia reputacional y de gobernanza, así como considerar escenarios de investigaciones regulatorias por parte de las autoridades norteamericanas, ya que el conglomerado cotiza en la Bolsa de Nueva York.

A lo anterior se debe añadir la dificultad que ha enfrentado la lista de candidatos del Ministerio de Hacienda para renovar la junta directiva. Los nombres que el Gobierno impulsa no han venido cumpliendo con los requisitos que la cabeza del grupo empresarial ha definido para liderar su máximo órgano corporativo. Estas credenciales no son caprichosas y responden a deberes modernos de las juntas directivas como asegurar una sucesión responsable o monitorear el desempeño de la administración.

La postura de la Casa de Nariño ante esta situación con sus postulados ha sido más política y menos receptiva a esas funciones cruciales del gobierno corporativo. Esto lleva a pensar que en la asamblea el Gobierno simplemente impondrá su deseo, así algunos nombres vayan en contravía de lo que Ecopetrol requiere en su junta directiva. En momentos de transición energética y de una realineación estratégica del grupo empresarial, perfiles expertos, experimentados y diversos a la cabeza contribuirían de mejor manera a guiar a la petrolera estatal en una ruta de crecimiento y generación de mayor valor.

El camino hacia la Ecopetrol del futuro -un futuro más energético, más sostenible y con menos emisiones- no pasa por la politización e ideologización de sus instancias directivas, sino por la protección, por parte de la Casa de Nariño, de su gobierno corporativo y por una administración estratégica del principal activo de los colombianos.

FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER

Fuente: Portafolio