Dentro del Capítulo II de la Ley Ómnibus, enviada por el Poder Ejecutivo Nacional al Congreso de la Nación, figura un anexo clave que tiene que ver con un Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), por el cual según la normativa en su artículo 641 se otorgará a los titulares y/u operadores de grandes inversiones en proyectos nuevos o ampliaciones de existentes que adhieran a dicho régimen, los incentivos, la certidumbre, la seguridad jurídica y la protección eficientes de los derechos adquiridos a su amparo.
La medida abarca a sectores de agroindustria, infraestructura, forestal, minería, gas y petróleo, energía y tecnología que "muchas veces cuentan con dificultades intrínsecas para su desarrollo, entre las que destacan el capital cuantioso e intensivo, y los largos tiempos de recupero de lo invertido, que en el estado actual de situación del país y sin un adecuado marco de incentivo que brinde certidumbre y devuelva a la Argentina competitividad como destino de inversión, verían seriamente afectadas sus posibilidades de ocurrencia, tal como ha quedado históricamente demostrado".
Se propone, entonces, una herramienta para atraer grandes inversiones de largo plazo en los sectores referidos, que de lo contrario no se verificarían."Por ello, -dice el texto- para incentivar su concreción es necesaria la creación y vigencia, durante un plazo determinado, de un régimen de incentivos que de alguna manera adelante temporalmente, y solo para grandes inversiones, las condiciones macroeconómicas de inversión que Argentina tiene por objetivo alcanzar para todos en el tiempo".
El régimen apunta a otorgar a quienes dentro de determinado plazo comprometan la concreción de grandes inversiones, y mientras cumplan dicho compromiso, la certidumbre, previsibilidad, estabilidad, seguridad jurídica y protección de derechos adquiridos en materia tributaria, aduanera y de normas cambiarias que resultan necesarias para la ocurrencia de dichas inversiones.
"De concretarse al amparo del referido régimen las Grandes Inversiones en los sectores previstos se promoverá el desarrollo económico, se fortalecerá la competitividad de nuestro país, se incrementarán las exportaciones y se favorecerá la creación de empleo, todo ello a fin de cumplir con lo consagrado en el artículo 75, inciso 18, de la Constitución Nacional", explican desde el PEN.
Este Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones, que establece un sistema de estímulo para nuevos proyectos de inversión, está pensado para grandes obras de infraestructura como el caso de oleoductos, gasoductos y plantas de licuefacción de GNL para monetizar los recursos de Vaca Muerta.
Entre los principales beneficios se rebaja la alícuota del Impuesto a las Ganancias un 10%; a partir del tercer año de adhesión gozarán de una excepción a la obligación de ingreso y negociación en el mercado de cambios del 100%; de una alícuota de retenciones del 0%; de la disponibilidad de divisas en el exterior del 100%.
Asimismo, se reconoce la estabilidad tributaria, aduanera y cambiaria por un plazo de 30 años. No obstante, no está definido el monto mínimo de inversión para acceder a los beneficios. El plazo para adherir al RIGI es de 2 años a partir de la entrada en vigencia de las reformas.
Fuente: Mejor Informado