De crisis humanitaria y hostilidades hacia los países productores de petróleo de la región. Una referencia mundial, el barril de Brent, cuya entrega está prevista para diciembre, avanzó un 1,78%, hasta 91,50 dólares. El barril de petróleo WTI, referencia estadounidense, subió un 2,14%, a 87,27 dólares, en el mismo mes. Desde que comenzó el conflicto el 7 de octubre, el precio del Brent ha aumentado un 9% y el del WTI un 6%.
Tras el ataque al hospital, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní -aliado de Hamás- pidió un embargo total y sanciones a los países islámicos sobre el suministro de petróleo a Israel, lo que fue leído como una potencial extensión del conflicto y afectó a los mercados.
La guerra pone a Petrobras bajo más presión para reajustar los precios del combustible. Cálculos de Itaú indican un rezago en el precio del diésel de la estatal con relación a la paridad de importación del 9%. Considerando el cierre del martes, la brecha entre el diésel de la petrolera y la paridad de importación fue, en promedio, del 15%, según la Asociación Brasileña de Importadores de Combustibles. En gasolinas, la entidad estima una brecha del 2%.
El presidente de la empresa estatal, Jean Paul Prates, afirmó que, "en principio", la guerra ya no debería afectar a los precios, pero admitió que si el conflicto se extiende por el mundo árabe, podría producirse una "tormenta perfecta". "El petróleo es el vínculo que puede transformar un conflicto militar regional en un desafío económico global", afirmó Norbert Rücker de Julius Baer.
Las autoridades de la Reserva Federal (FED, el banco central estadounidense) han advertido de un posible retorno a la inflación. Recientemente, el vicepresidente de la Reserva Federal, Philip Jefferson, dijo que uno de los riesgos es el aumento de los precios de la energía.
Fuente: Valor Económico