Bolivia nuevamente ingresa a un terreno desfavorable, pues si bien favorece el alza del crudo, pero también implica mayores gastos para la compra de combustibles.
El precio del petróleo en el mercado internacional está cerca a los 100 dólares, si bien favorece al país por el valor del gas que se exporta a mercados de Argentina y Brasil, por otro lado afecta a las arcas debido a que debe erogar más para la compra de combustibles, para satisfacer la demanda interna. Para recordar, sólo el 2022 tuvo que costear el subsidio con 1.700 millones, para la presente gestión se destinaría 1.000 millones.

En reiteradas oportunidades, el analista Jaime Dunn informó que los subsidios que maneja el Gobierno alcanzan a 2.000 millones de dólares, pero que gran parte se destina a los hidrocarburos, que se compra a precio internacional y se vende en el mercado interno a un valor subsidiado.

Como ejemplo, varios economistas indicaron que si bien compra a 10 bolivianos el litro, lo vende en el mercado a 3,74 bolivianos. Por otro lado, criticaron a las autoridades nacionales por la caída de la producción de gas, que no puede aprovechar el precio alto del petróleo, pues venden menos producto a Brasil y Argentina.

Fuente: El Diario

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