PowerChina es una de las principales constructoras del país asiático en el rubro de la electricidad, junto a Gezhouba del grupo Energy China, cuenta a nivel mundial con presencia en más de 130 países y su casa matriz es Sinohydro. La compañía estuvo a cargo de la construcción de Coca Codo Sinclair, donde ha enfrentado desafíos significativos en la infraestructura, tras fallas en la propia obra.
La construcción de esta planta, cuyo costo superó los USD 3.000 millones, ha experimentado problemas como la aparición de diversas fisuras en los distribuidores de la central hidroeléctrica, así como la erosión regresiva en el río Coca, que representa una amenaza para el proyecto.
Según informaron diversos medios locales, el Gobierno de Guillermo Lasso y la empresa matriz Sinohydro están trabajando juntos para buscar una solución amistosa a las deficiencias detectadas en la central.
El Ministro expresó su deseo de que la planta funcione de manera adecuada y que se resuelvan los problemas identificados. Por su parte, el presidente de PowerChina, afirmó que están buscando soluciones para que la central quede “segura y operativa” en el menor tiempo posible.
Un informe del Center for International Private Enterprise (CIPE) sobre los impactos del capital corrosivo y constructivo en las inversiones en Latinoamérica, destaca que entre los problemas principales de Coca Codo Sinclair se encuentra la falta de estudios de viabilidad y riesgo adecuados para una obra de este calibre.
Según CIPE, “los únicos estudios de viabilidad se llevaron a cabo más de una década antes de que comenzara la construcción en 2006”. La central hidroeléctrica comenzó a operar en 2015, pero “a pesar de las afirmaciones del gobierno de que la instalación está funcionando a plena capacidad desde 2021, grupos privados han señalado graves deficiencias en la infraestructura que podrían poner en riesgo su producción”, señala el informe.
El CIPE también remarca que la construcción de Coca Codo Sinclair ha sido objeto de controversia debido a las frecuentes interrupciones causadas por daños en la estructura de toma, así como a los impactos ambientales, incluyendo la erosión en las áreas circundantes. En abril de 2020, la erosión resultó en un socavón que provocó la ruptura del Oleoducto Transecuatoriano y del Oleoducto de Crudos Pesados, ocasionando un derrame de más de 15.000 galones de petróleo en el río Coca y afectando a las comunidades indígenas de la zona.
La realidad marca que la obra, que fue contratado durante el gobierno de Rafael Correa, excedió absolutamente los precios licitados, así como también incumplió los tiempos del contrato. “El coste total del proyecto superó los USD 3.000 millones, y una parte considerable de su financiación procedió de un crédito concedido por el Export-Import Bank of China”, informa CIPE.
La deuda externa de Ecuador ha sido problemática en los últimos años, de hecho el país ha tenido que reestructurar su deuda con China, su principal acreedor. El acuerdo se alcanzó directamente con los bancos políticos chinos, el Banco de Desarrollo de China y el Banco de Exportación e Importación de China, que en conjunto han proporcionado más de 18.000 millones de dólares en préstamos a Ecuador desde 2010, siendo el contrato de financiamiento para el proyecto Coca Codo Sinclair uno de los principales.
Este problema no es único en América Latina, ya que se han identificado casos denominados de “capital corrosivo” en diversos sectores estratégicos en países como Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Venezuela. Similar caso al de Coca Codo Sinclair, por ejemplo, ha sucedido en la Patagonia argentina con el proyecto, a cargo de Gezhouba, de las centrales hidroeléctricas Cóndor Cliff y La Barrancosa: problemas técnicos del proyecto, sumado a enormes retrasos de tiempo y aumento de costos considerables.
Estos casos suelen involucrar inversiones y administración por parte de empresas chinas, en un contexto en el que la inversión china en América Latina ha experimentado un notable crecimiento en las últimas décadas. Además de China, otros países, como Irán y Rusia, también han desempeñado un papel en el fenómeno del capital corrosivo en la región.
Ecuador y los representantes de PowerChina continuarán trabajando en conjunto para abordar estos desafíos y garantizar la seguridad y operatividad de la Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair en el futuro, aunque los daños ambientales y económicos parecieran no tener retorno.
Fuente: Reporte Asia