El incidente se produjo en la madrugada del miércoles en el terminal marítimo Esmeraldas, cuando un tanque sumidero rebasó su capacidad de unos 188 barriles y empezó a regar crudo a una piscina de contención que tampoco pudo sostener el volumen del hidrocarburo, provocando el derrame.
"Se estima que se derramaron alrededor de 1.200 barriles, (...) no todos se fueron a la playa, fueron contenidos una parte en la piscina dentro de las instalaciones de Petroecuador", dijo el gerente de Transporte, Rafael Armendariz, a periodistas.
Pero la mitad del volumen derramado salió de las instalaciones de Petroecuador y por arrastre de la corriente afectó unos 4 kilómetros lineales de la playa Las Palmas, explicaron funcionarios de la petrolera.
Petroecuador agregó que hasta el momento logró controlar en un 90% la afectación en tierra y en un 60% el avance de la mancha en el mar al recuperar material contaminado.
El Ministro del Ambiente, José Dávalos, aseguró al canal local Ecuavisa que el derrame afectó a cangrejos y posiblemente a peces y aves de la zona y espera un informe de Petroecuador para emitir la sanción correspondiente.
"En cualquiera de los casos ha habido una falla, sea humana o del sistema, y eso es sujeto de una sanción", dijo Dávalos. "Los trabajos podrían tomar una semana para limpiar por completo el sitio".
Las actividades de exportación y abastecimiento de combustible no fueron afectadas tras el incidente.
El gerente de Petroecuador, Ramón Correa, aseguró que una comisión externa realiza una investigación para determinar las causas del incidente y dijo que entre las hipótesis están negligencia, daño mecánico e incluso un posible sabotaje.
Fuente: Reuters