Con una propuesta de solución estructural ya consensuada con la empresa Ende Valle Hermoso, la máxima autoridad de la estatal minera, comprometió además estabilidad laboral para los 52 trabajadores que prestan actualmente servicios en las plantas hidroeléctricas y, por supuesto, la continuidad ininterrumpida de la provisión del servicio eléctrico para las comunidades indígenas, originarias y campesinas que existen en la región.
“La prioridad que tenemos ahora en la Corporación es cumplir los tres objetivos”, enfatizó Pardo para quién la propuesta de solución que se está hilvanando desde hace semanas tiene como fin maximizar los beneficios sociales para las comunidades originarias.
Fuente: Energía Bolivia
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