"Si te has comprado un Mercedes Benz de 4.000 de cilindrada el año pasado y tienes plata para pagar ese tipo de vehículo, está bien, pero paga también el precio real de ese combustible y a cambio el Estado te debería dar un combustible de la calidad de ese precio, no darte una miseria de 82 octanos sino de 95 probablemente", planteó Velásquez durante el foro: "Los límites del extractivismo: situación actual y caminos alternativos".
Velásquez sugirió como primera medida que la Agencia de Noticias de Hidrocarburos (ANH) haga cumplir la norma e impida la comercialización de combustible a vehículos que no cuenten con el sticker B-Sisa.
"En el sticker B-Sisa están los datos del modelo, del motor, del año del auto, mínimamente se deben establecer bandas de precios diferenciadas según año, modelo y el tipo de vehículo; si es un vehículo destinado al transporte público podría seguir beneficiándose de la subvención por un tiempo más, en el caso de otros vehículos se deberían considerar diferentes variables y criterios con los que se puede jugar para establecer precios diferenciados", aseveró.
Fuente: Los Tiempos
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