En Brasil, un vehículo alimentado con biocombustible emitiría proporcionalmente la misma cantidad de carbono que un coche eléctrico.
Los cambios en la movilidad urbana avanzan en todo el mundo en busca de alternativas a los combustibles fósiles. Neste contexto energético de transição, o Brasil está na absoluta vanguarda e pode ser protagonista quando o assunto é ser amigável com o meio ambiente e mitigar o aquecimento global, contribuindo para uma economia global de baixo carbono por meio da exportação da tecnologia veicular do etanol de caña de azúcar.

Esta solución ya ha sido atestiguada y probada en el país. Actualmente, la producción sustentable de caña de azúcar es responsable por el 18% de la matriz energética brasileña, y el etanol es uno de los instrumentos destacados en esa base limpia, representando cerca del 40% de la movilidad de los autos ligeros y con un futuro muy importante.

Según el presidente del Directorio de Copersucar, Luis Roberto Pogetti (foto), la movilidad urbana en todo el planeta atraviesa un momento de transición tecnológica donde es necesario conocer las mejores alternativas. “Cuando hablamos de vehículos propulsados ​​por energía eléctrica, es importante evaluar qué fuente se utiliza para generar esta energía”.

Fuente: TN Petróleo

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