El Mapeo de Cadenas de Movilidad se presentó durante el panel de movilidad en la Cumbre de Aplicación de Hidrógeno Verde, un evento que discutió, a principios de esta semana, el papel de la nueva energía en la transición a una economía baja en carbono con representantes de la industria.
En Brasil, ¿el sector energético, impactado por el uso de combustibles fósiles en el transporte, es la principal fuente de emisiones de CO2? en las grandes ciudades, especialmente en las capitales, según los Municipios de Seeg.
Entre las posibles alternativas para ayudar a cambiar este escenario, SAE señala la financiación de grupos de investigación que permitan el uso del hidrógeno como vector energético en electromovilidad e incentivos para las empresas de pilas de combustible.
Según el presidente de la entidad, Camilo Adas, el estudio será entregado a los gobernadores quienes asumirán la gestión a partir del próximo año. Forma parte del Plan Nordeste Potência, organizado por Centro Brasil no Clima, Fundo Casa Socioambiental, Grupo Ambientalista da Bahia e Instituto ClimaInfo, con el apoyo del Instituto Clima e Sociedade.
Durante la exposición, Adas también defendió la interconexión entre sectores de la economía a través del hidrógeno, que, para él, no debe ser solo una mercancía.
“El nuevo vector energético económico es el hidrógeno. Hay que pensar en proveedores, clientes, productos que se van a reponer y que, por tanto, hay que garantizar económicamente que van a ser sostenibles”, dijo.
Competitividad
Una de las conclusiones del informe es que el perfil de generación eléctrica de la región --- con un 84% de fuentes renovables --- pone en ventaja a estos nueve estados, ya que la electricidad renovable es clave para la producción de H2V, y buena parte de los proyectos en curso estudio considera inversiones en energía eólica marina.
Hoy, alrededor del 49% de la electricidad en el noreste es eólica terrestre. Mientras que los estados de Ceará, Rio Grande do Norte, Bahía, Pernambuco y Piauí cuentan con memorandos de entendimiento (MOU) para la instalación de hubs de hidrógeno verde, integrados con proyectos eólicos marinos.
Este escenario abarata los costos de inversión inicial y reduce las posibles pérdidas de energía, dice el documento. H2V se ve como una alternativa al petróleo, de origen fósil.
A pesar de los puntos favorables, la optimización de la producción de combustibles requiere una acción integrada de la región. Según el mapeo, los principales desafíos para implementar H2V son el precio, la distribución y el almacenamiento y el transporte.
En el caso de los precios, el estudio señala que las políticas de fomento de la producción de H2V, incluida la refinación de petróleo, ayudarán a aumentar la escala y reducir los costes de producción.
Impulso en América Latina
Las inversiones en hidrógeno verde fuera de la red (H2V) están impulsando las empresas eólicas marinas en América Latina, que se espera que alcancen los 34 gigavatios (GW) de capacidad instalada para 2050, estima Wood Mackenzie.
Con Brasil y Colombia a la cabeza, la consultora espera una tasa de crecimiento anual compuesto de 15,4% a partir de 2032, cuando se espera que entren en funcionamiento los primeros proyectos en la región.
Sin embargo, la mayoría debe exportarse.
En Brasil, los proyectos eólicos marinos se ubican cerca de puertos que organizan centros de hidrógeno.
La electricidad renovable es un insumo clave para la electrólisis que genera hidrógeno verde. El gas, por su parte, está en el radar de descarbonización de sectores intensivos y países europeos.
Wood Mackenzie predice que Brasil representará alrededor del 6% del suministro total de H2V del mundo para 2050, y el mercado ganará escala después de 2030.
Mientras que internamente, solo el 20% de estas instalaciones de hidrógeno estarán conectadas a la red.
Fuente: udop