La producción petrolera nacional cayó 55% esta semana por efectos de la erosión en el río Piedra Fina 2, uno de los afluentes del río Quijos, en Napo.
Así, el objetivo del Gobierno, de subir la extracción de crudo en 8% y superar los 500 000 barriles al día hasta fin del 2021, será imposible de cumplir. De hecho, antes de que ocurriera este fenómeno natural no era factible cumplir ese objetivo.

La semana pasada, el bombeo de petróleo por el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) se suspendió, para evitar que la erosión en el río dañe las tuberías, como ocurrió el 2020.

Lo anterior ya tiene efecto en los campos petroleros. El domingo 12 de diciembre del 2021, la producción nacional fue de 242 406 barriles, según Petroecuador. Esto significa que el país está produciendo menos de la mitad del promedio del 2021. Y está previsto que continúe disminuyendo hasta finales de este mes, señaló el ministro de Energía, Juan Carlos Bermeo, en una entrevista radial.

Es decir, se espera retomar el bombeo de crudo los últimos días de diciembre, cuando concluya la construcción de las variantes de emergencia, que aleja los oleoductos del fenómeno natural. “Si las condiciones atmosféricas nos permiten, si no hay lluvias en la zona, si no tenemos problemas de otra índole, esperamos hacerlo en 17 días, esa es nuestra meta”, dijo Bermeo.

Fernando Santos, exministro de Energía, señaló que este tiempo de paralización estimado es optimista, ya que podría tardar más un mes, pues las lluvias constantes del sector retrasarían los trabajos.

Entre enero y noviembre de este año, el bombeo promedio diario fue de 493 848 barriles de petróleo, según el Banco Central y la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales no Renovables (ARC). Actualmente se está produciendo el 45% del promedio, señaló Bermeo.

La reducción de la extracción del crudo tiene un impacto relevante en el país, ya que el presupuesto depende en un 30% aproximadamente de los ingresos petroleros.

Los ministerios de Finanzas y de Energía tenían previsto realizar ayer, 14 de diciembre, una reunión técnica para determinar las pérdidas económicas durante la suspensión de bombeo. Hasta el cierre de la edición no se realizaba dicha reunión.

Sin embargo, considerando la caída de la producción del domingo pasado y un precio de barril de USD 58, el país dejó de recibir USD 14,5 millones.

Tras la suspensión del transporte de crudo se vaciaron las tuberías de SOTE y OCP en el tramo afectado, para evitar derrames de petróleo en el sector. Este procedimiento obligó a bajar la producción de crudo en la Amazonía, ya que no se puede seguir produciendo crudo si no es factible transportarlo o almacenarlo.

La capacidad de almacenamiento depende de cada campo y está entre 2 y 6 días de producción, dijo Bermeo.

El pasado domingo 12 de diciembre, el Ministerio de Energía declaró la Fuerza Mayor en el sector petrolero, lo cual permite suspender ciertos compromisos de producción y exportación de crudo debido a situaciones fortuitas, y así evitar futuras demandas por incumplimientos de contratos.

Miguel Robalino, experto petrolero, señaló que la caída de la producción sí se podía haber evitado haciendo un nuevo trazado de los oleoductos lejos del río y sus afluentes, ya que la erosión se registra desde el colapso de la cascada de San Rafael, en febrero del 2020.

“El Gobierno anterior no lo hizo, pero este Gobierno (de Guillermo Lasso) está desde hace seis meses y se debió tomar decisiones y construir una variante definitiva, tanto del SOTE como del Poliducto, al costo que sea”, dijo.

Hasta ahora se han construido, al menos, siete variantes para alejar las tuberías de la zona de erosión. OCP y Petroecuador continúan con la construcción de dos variantes definitivas, que estarían listas hasta febrero de 2022.

En estos 17 días, la reducción de la producción será progresiva, pero no llegará a cero, sino a un 12% aproximadamente. Bermeo explicó que Ecuador tiene una vía de transporte de petróleo a través del bloque 10, que permite conectarse con el OCP, más adelante del sector de Piedra Fina 2. Por este ducto se transporta 20 000 barriles de petróleo al día.

La meta del Gobierno es incrementar la producción petrolera hasta llegar a un millón de barriles diarios, en los próximo cuatro años.

Fuente: El Comercio