Bolivia ha experimentado muchas etapas de aprovechamiento de sus recursos naturales y en todas ha heredado solamente frustración y pocos beneficios para el país. Con la fiebre del ‘oro blanco’, el litio, en apogeo mundial, el Gobierno boliviano intenta “subirse al tren”, a pesar de los tropiezos que viene dando desde 2008, cuando el entonces presidente, Evo Morales, dio inicio al proceso denominado Industrialización de los Recursos Evaporíticos de los salares bolivianos, en el que se ha invertido cerca de $us 1.000 millones.
Desde ese entonces hasta hoy, se crearon dos instancias para el desarrollo industrial del mineral blanco, primero fue la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos (GNRE), para luego dar paso al actual Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), que en abril decidió dar un giro en el lánguido avance de la industrialización, al lanzar la Convocatoria Internacional para el desarrollo de Tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL).
La convocatoria logró reunir a 19 proponentes, de los cuales nueve quedan en carrera. El ministro de Hidrocarburos y Energía (MHE), Franklin Molina, en un acto de socialización de los proyectos de litio en la localidad potosina de Colcha K, el viernes, dijo que el proyecto está inmerso en la estrategia estatal rumbo al Bicentenario (de la creación de Bolivia) y que uno de los componentes, la planta industrial de carbonato de litio, está próxima a concluirse en el salar de Uyuni.
Fuente: El Deber
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