“Ebococa” se lee en lo alto de la planta destinada al procesamiento de la hoja de coca, ubicada en el Chapare. La estructura parece abandonada debido a la pintura desgastada y el moho que se apodera de sus muros. Todas sus puertas están cerradas y la maleza crece por la humedad. En el interior, las máquinas están paralizadas y no producen nada desde hace siete años.
Se trata de la Empresa Boliviana de Coca, inaugurada en 2010, que durante tres años funcionó al 20% de su capacidad y en 2014 suspendió operaciones. No es la única.
De ocho empresas estatales construidas en el Chapare durante la gestión de Evo Morales, tres han dejado de operar: la Planta Industrializadora de Úrea y Amoniaco, la Empresa de Papeles de Bolivia (Papelbol) y Ebococa. Pasa lo mismo con dos megaobras que no están en uso pleno en la región cocalera: el Aeropuerto Internacional de Chimoré y el Centro de Alto Rendimiento (CAR).
Fuente Página Siete
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