Las intenciones de la estatal brasilera Petrobras de vender sus activos en Bolivia no representa una buena señal para el país. Según el analista en hidrocarburos Álvaro Ríos, la decisión refleja el desinterés por continuar invirtiendo en medio de un modelo fiscal poco atractivo y, además, se convierte en un inconveniente por las dificultades que hay para el ingreso de empresas grandes a Bolivia.
Aunque Petrobras encara un proceso de desinversión global en los últimos años, la pasada semana, el columnista de O Globo, Ancelmo Gois, informó que la estatal brasilera inició un proceso de licitaciones para vender su participación en los gasoductos TSB (Transportadora Sulbrasileira de Gas) y TBG (Transportadora Brasileira Gasoducto).

De acuerdo a dicha fuente, Petrobras está en negociaciones para disponer de sus actividades de exploración y producción de gas natural en los campos San Alberto y Sábalo, además de su 11 por ciento de participación en la empresa GTB, responsable del Gasoducto Bolivia-Brasil en el lado boliviano.

En opinión de Ríos, la intensión de Petrobras de salir de Bolivia está directamente relacionada con su plan de desinversión global. Sin embargo, menciona que otro motivo es la poca prospectiva en Bolivia, donde tiene dos contratos de exploración –San Telmo y Astillero– en la reserva Tariquía, que no pueden seguir adelante por las restricciones ambientales.

Fuente: Los Tiempos

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