La nacionalización marca un punto de inflexión en la economía nacional, ya que, según manifestó el Presidente del Estado, Luis Arce Catacora, representa ingresos que fueron redistribuidos entre la población. Es parte esencial “del modelo económico social comunitario productivo ya que viabiliza la apropiación de los excedentes de los recursos naturales y el proceso distributivo del ingreso para paliar los efectos sociales heredados del modelo neoliberal. La segunda fase es la industrialización de los recursos naturales, y consiguientemente, la creación de plantes e industrias, como las plantas separadoras de líquidos o la planta de urea y amoníaco que transforma el gas natural en urea”.
INDUSTRIALIZACIÓN
Un hito en la industrialización del país, es la construcción y puesta en funcionamiento de la Planta de Amoníaco y Urea (PAU) de Bulo Bulo, Cochabamba, que produjo un total de 655.774 TM de urea granulada, de las cuales 87.131 TM se comercializaron en el mercado interno y 259.302 TM fueron al mercado brasileño. La comercialización de este fertilizante boliviano también se extendió a mercados como Argentina (229.381 TM), Paraguay (37.797 TM), Uruguay (32.438 TM), Cuba (6.046 TM) y (1.543 TM) a Perú; lo que demuestra su alta calidad y competitividad. Los ingresos generados por la comercialización de la urea entre 2017 y una pequeña parte a inicios de 2020 sobrepasaron los $us 178 MM, según informó la Gerente de Productos Derivados Industrializados, Gabriela Delgadillo.
Fuente: Energía Bolivia
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