Aquí en América del Sur, Chile también ha seguido el mismo camino. China ha prometido neutralidad de carbono para 2060.
En este escenario, el mercado crediticio de descarbonización establecido por la Política Nacional de Biocombustibles (RenovaBio) se ha convertido en un referente en el país y puede servir de ejemplo al mundo en un momento tan importante. A principios de noviembre, la COP-26 tendrá lugar en Glasgow (Escocia), donde se espera que representantes de varios países profundicen la regulación de la fijación de precios del carbono en el mercado futuro, convirtiéndolo en un commodity global.
El programa RenovaBio, que obliga a los distribuidores de combustibles fósiles a comprar y retirar valores crediticios de carbono (CBios) generados por los productores de biocombustibles como una forma de compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), atravesará un período de crecimiento.
Datos recientes del Ministerio de Minas y Energía revelan que la cantidad de CBios disponible para negociar en B3 alcanzó los 11,3 millones en la segunda quincena de marzo. El resultado es la suma del superávit de 2020 con los valores registrados en los primeros meses de 2021, que representa el 46% de la meta de 24,86 millones que deben cumplir las distribuidoras este año.
En 2020, el primero en vigor para RenovaBio, se generaron más de 18,5 millones de CBios, superando el objetivo de 14,89 millones, de los cuales 14,61 millones fueron retirados (circulación izquierda). El valor de los bonos, que al inicio de la negociación, en junio de 2020, era R? 20, ¿llegaste a R? 70, manteniendo alrededor de R? 40 durante el año.
"Sin duda, es un mercado competitivo y muy prometedor, que se irá ajustando a medida que crezca la participación de los distribuidores", evalúa el responsable de la mesa de commodities del Banco Santander, Boris Gansev. "La expectativa es mejorar aún más en 2021, ya que habrá más CBios en el mercado". La entidad financiera, que firmó un contrato con Copersucar para registrar los CBios emitidos por los molinos socios en el lanzamiento de la zafra 2019/2020, es ahora responsable de casi el 80% de las escrituras en el mercado.
Juntas, las 34 plantas asociadas de Copersucar fueron las mayores emisoras de CBios en 2020, con alrededor de tres millones de títulos registrados, equivalente al 18% de todo el mercado de biocombustibles. Como un CBio corresponde a una tonelada de contaminantes que ya no se liberan a la atmósfera, Copersucar eliminó 3,1 millones de toneladas de carbono de la atmósfera o el equivalente a casi 22 millones de árboles en términos de captura de carbono. Cabe recordar que en el caso del etanol de caña de azúcar, todo el proceso de producción de combustible es hasta un 90% menos contaminante que el de la gasolina
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Las plantas mejoran la calificación de eficiencia energética y ambiental
Copersucar viene apoyando a sus asociados productores de etanol en la mejora de la gestión de los indicadores ambientales de RenovaBio, con el fin de mejorar el Índice de Eficiencia Energética-Ambiental (NEEA) en la recertificación de la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP), que otorga el derecho a emitir y vender más CBios.
“RenovaBio fomenta la mejora de la gestión, la trazabilidad del producto y el aumento de las inversiones en tecnología, haciendo más eficiente todo el proceso productivo”, apunta la directora de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Copersucar, Mónica Jaén. "Esto es positivo para las plantas, la empresa, la sociedad y el país, ya que la reducción de emisiones contaminantes, además de mejorar la calidad del aire, contribuye a que el país cumpla con los compromisos asumidos en el Acuerdo de París", analiza, refiriéndose a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015, COP-21, celebrada en la capital francesa.
Fuente: TN Petróleo