Tras el daño a equipos de tecnología de punta y malas gestiones en la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) de Bulo Bulo en Cochabamba, durante 2020, que paralizó la producción en este complejo industrial, se cuantificó un daño económico al Estado por $us 291,19 millones.
De ese monto, $us 53,14 millones es el costo destinado para su reactivación. Desde Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se trabaja sin descanso para que este megaproyecto vuelva a operar.
“El equipo de YPFB está comprometido con la decisión firme emanada por nuestro presidente Luis Arce, y nuestro ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, por lo que nos encontramos trabajando a contrarreloj para poner nuevamente en marcha esta planta, pero de forma responsable”, señaló Wilson Zelaya, presidente de YPFB.
Pese a que el 73% del personal de la planta fue retirado, se apunta a que las actividades de pre-operación se inicien el próximo mes. Este viernes, se realizó una visita a la planta y además de Zelaya participaron autoridades nacionales, departamentales y municipales al igual que diputados, senadores y organizaciones sociales; éstas últimas son integrantes del Pacto de Unidad, que en su plan de fiscalización acudieron al lugar para ver cuál es el estado del mismo.
Fuente El Deber
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