El presidente Alberto Fernández le propondrá al gigante asiático que construya las obras que podrían respaldar el crecimiento del shale gas de Neuquén.
Es una de las obras imprescindibles que Vaca Muerta necesita para expandir su producción de gas. Y al mismo tiempo, una alternativa para descomprimir la presión sobre el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

La obra de un nuevo gasoducto para el shale gas de Neuquén vuelve a escena: el presidente Alberto Fernández llevará a su gira por China, prevista para mayo, la oferta de que el gigante asiático invierta unos 2300 millones de dólares en las obras que necesita el gas argentino para desarrollarse y en una siguiente escala abrir puertas al exterior.

Se trata de una de las obras prioritarias para el país. Fuentes del gobierno nacional afirman que el objetivo central es reemplazar en el corto y mediano plazo los 1100 millones de dólares que se giran al exterior en compras de GNL y gas boliviano, con el desarrollo del enorme potencial del gas argentino, con Vaca Muerta a la cabeza, algo para lo que se necesitan garantías de transporte para ese fluido.

En momentos del invierno, el período de mayor producción, el gasoducto troncal que llega hasta Bahía Blanca queda levemente por debajo de su tope de capacidad para recibir más volúmenes de producción. El paquete de obras incluye una serie de mejoras (loops, plantas compresoras, refuerzos de tramos existentes) en tendidos actuales, por un total de u$s 800 millones.

Al mismo tiempo, Nación piensa en otro paquete de obras, ya vinculadas a gasoductos troncales, entre las que figura apuntalar la salida del gas de Vaca Muerta.

La Secretaría de Energía de la Nación dejó sin efecto en enero pasado la licitación que había lanzado el gobierno de Mauricio Macri, pocos meses antes de que las condiciones macroeconómicas del país a finales de su gobierno dejaran a esa convocatoria en un mar de interrogantes.

El llamado incluía un régimen especial del cobro del gas por 17 años para la empresa de transporte que se crearía con ese fin, sin la intervención del Estado.

Luego de dejarla sin efecto, la secretaría a cargo de Darío Martínez marcó su posición de reforzar tendidos actuales y realizar una nueva convocatoria para un tendido troncal que funcionara como la puerta de salida para más gas desde Neuquén. Y es el esquema que vuelve a tomar forma con la ida de Fernández a China.

La obra implica una salida hacia la provincia de Buenos Aires, hasta Salliqueló, por una extensión de 570 kilómetros. A esa primera etapa se le agrega un salto hasta San Nicolás, lo que abriría una puerta para el abastecimiento de una de las zonas de mayor demanda, la del Litoral, donde hay centrales generadoras y complejos fabriles que requieren buena parte de la demanda nacional.

Argentina, mirando hacia el norte, también necesita contrarrestar algo que tomó más forma desde el 31 de diciembre del 2020: Bolivia dejó en claro en la nueva adenda el acuerdo de ventas de gas que no podría sostener el ritmo de su producción y por eso se acordó que enviará volúmenes menores, algo que puso en el aprietos al país de tener que comprar más gas en el exterior.

De hecho, la secretaría acaba de contratar 24 buques de gas natural licuado (GNL) para abastecer la demanda prioritaria (residencial) en el invierno.

Es eso lo que busca Nación, contrarrestar con la tentativa china para el ducto que permitiría dar respuestas al consumo interno del país, una situación que daría de lleno en el nodo de los problemas económicos que sobrelleva: el impacto de la constante salida de dólares y su efecto en el resto de los precios de la economía. Al mismo tiempo, podría sentar bases para expandir las fronteras del shale gas hacia otros mercados.

Contexto: el cuello de botella y la expansión

El shale gas y su encerrona. Los recursos de shale gas de Neuquén tienen un límite en el transporte: son unos 80 millones de metros cúbicos en mayo-septiembre. A futuro, se necesitan más garantías de transporte. Demanda interna y exportaciones. Argentina producirá más gas en los próximos meses. Necesita hacer las obras para abastecer a sectores sin el servicio en el mercado interno, pero también proyectar salidas al exterior del país. El mercado local. En el corto plazo, es la opción. Pero el país tiene mucho por ganar, si la economía acompaña, en el Cono Sur: Chile y Brasil podrían ser alternativas para más ventas al exterior en el futuro cercano. Competitividad de las áreas. Vaca Muerta transita un camino en el que sigue adecuando los costos a los precios internacionales. Sin lugar a dudas, tiene un camino por recorrer para ganar en rentabilidad en el mercado del gas.

Fuente: La mañana de Neuquen