(https://www.gub.uy/unidad-reguladora-servicios-energia-agua/tematica/paridad-precios-importacion-ppi) en el que da cuenta de algunos datos sobre este punto, que prenden una luz amarilla de cara a lo que sucederá en abril con el precio del combustible en Uruguay.
Cabe señalar que esta unidad basa sus estimaciones en el precio del barril del petróleo Brent (Golfo de México) para justamente alcanzar un número final, igual al que resultaría si el combustible se importara.
De acuerdo con la URSEA un litro de Nafta Súper 95, en caso de importarse costaría $ 52.60 (este precio incluye el costo ANCAP, más biocombustibles e IMESI).
A este hipotético precio, se le deben sumar $ 8.67 por concepto de margen de Distribuidoras y bonificaciones estacioneros, (https://www.ancap.com.uy/2147/1/composicion-de-precio-y-comparacion-ursea.) lo que entonces sugiere que, de aplicarse la LUC hoy, colocaría el litro de Nafta Súper 95 en el Surtidor en exactamente $ 61.22.
La pregunta que surge entonces es: ¿Para qué se cambió el sistema anterior de regulación bianual si ya en el primer mes de la LUC el combustible debe subir?
La Ley de Urgente Consideración justamente invirtió la forma de calcular el precio de los combustibles.
Hasta ahora el Poder Ejecutivo marcaba un precio en el surtidor (igual para todo el país) y a partir de allí se establecía la paramétrica hacia abajo, ahora es exactamente al revés, la composición del precio empieza a construirse de abajo hacia arriba, basándose en el cálculo de URSEA y los pasos previos, hasta llegar al surtidor a costos variables mes a mes, atados a las fluctuaciones internacionales del crudo y otros elementos como por ejemplo el costo del biocombustible, los fletes, etc.
ANCAP MÁS DE DOS PESOS DE DIFERENCIA EN EL COSTO
Para citar un ejemplo, actualmente ANCAP percibe por un litro de Nafta Súper 95 $ 20.38 (35 por ciento del costo del litro), monto que incluye crudo y refinación. En el PPI de febrero la URSEA parte de la base que ANCAP debería percibir (de acuerdo a los números internacionales de febrero) $ 22.90.
Ese dato solamente, y si tomamos en cuenta la nueva lógica del cálculo del precio del combustible ordenado por la LUC (construcción del mismo de abajo hacia arriba en base a referencias internacionales) ya está indicando una suba en el surtidor de $ 2.52.
PUEDE BAJAR CON LA MISMA FACILIDAD QUE PUEDE SUBIR
De todos modos, aunque este sistema parezca “perverso” en realidad y cuando el crudo se posicione en pisos históricos, como de hecho sucedió en 2020 durante los primeros meses de la pandemia, el precio en el surtidor bajará en la medida de lo que decíamos de la construcción “matemática” desde el petróleo hacia adelante.
Con el viejo sistema “regulado” aunque Uruguay recibiera el petróleo de obsequio, el precio no variaba.
Esta situación sin dudas llevará a que en algunos meses la Nafta Súper tal vez pueda bajar en la misma o mayor proporción que la que hoy marca la suba de la URSEA.
TRANSPARENCIA, JUSTICIA Y PREDECIBILIDAD
En este sentido de las fluctuaciones, el propio gobierno uruguayo ha sostenido que este sistema prevé subas y bajas de los precios de los combustibles de forma transparente, con precios vistos, predecible, porque las fórmulas son conocidas por todos y justa, en la medida de que refleja automáticamente el comportamiento del mercado, ya sea a la suba o a la baja.
Esto es especialmente importante porque nuestros competidores en el mundo ajustan sus precios de inmediato y capturan ventajas a las que la producción nacional no podía acceder, por la brecha existente entre los precios locales y los internacionales.
Fuente: Surtidores