La crisis del sector hidrocarburos de Bolivia no solamente se plasma en la reducción de ingresos por exportaciones de gas, sino también la disminución de inversiones.

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y las operadoras prevén una inversión de 269 millones de dólares en exploración, monto menor en 40 por ciento al presupuesto de 2020.

La situación es cada vez más compleja. A diferencia de años anteriores, el incremento del precio internacional del petróleo ya no es motivo de alegría para Bolivia. Con volúmenes reducidos de exportaciones de gas y una creciente importación y subvención de diésel y gasolina, el alza del crudo —que se registró a lo largo de febrero— es ahora contraproducente.

Pese a este escenario, el Gobierno nacional no ha dado señales de políticas orientadas a la reposición de reservas de gas y petróleo que, según el analista en hidrocarburos Álvaro Ríos, es el asunto más preocupante.

Fuente: Los Tiempos

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