Si algo ha lastimado las finanzas de Petróleos Mexicanos en los últimos años, es la compra de aquello que no necesita.
Pero esa práctica generalizada tiene un caso particular, de enormes dimensiones por los participantes contractuales y que se había mantenido en las sombras. Involucra a uno de los traders más relevantes: Trafigura.

Pemex signó en 2015, a través de su subsidiaria Pemex Gas y Petroquímica Básica, un contrato por diez años para que este gigante de la logística domiciliado en Singapur le comprara naftas pesadas.

A su vez, la entonces administración de Emilio Lozoya Austin le cedió un predio en el complejo de Burgos, para que Trafigura construyera en un futuro una planta para procesar esas naftas pesadas.

Para cerrar el círculo, Trafigura a su vez firmó un contrato espejo por diez años con MGC SA de CV, para venderle la totalidad del diésel y la gasolina que se obtuvieran del procesamiento de las naftas pesadas.

MGC fue una de las más de 30 compañías que constituyó Lozoya y está listada por la Securities and Exchange Comission (SEC) como una empresa subsidiaria donde participa Pemex 99.9 por ciento de las acciones.

El esquema era así: Pemex vendía barato y en pesos a Trafigura, que signó los contratos a través de NGL SA de CV, y Trafigura le vendía los derivados en dólares, a la 'filial' de Pemex MGC.

Los contratos están firmados por Katia Eschenbach Caloca, cabeza de Trafigura en México, e Hiram Ortiz, no como gerente de ventas nacionales de gas natural de Pemex Gas y Petroquímica Básica, sino como director general de MGC.

Debe recalcarse que para ser un contrato que abarcaría tres administraciones (2015-2025), el esquema nunca pasó por la aprobación del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos.

Imagine un contrato de 17 mil toneladas diarias de naftas pesadas a procesar en una planta inexistente, pero que ya tenía asegurada la 'venta' de sus derivados al propio Pemex, a través de una empresa (MGC) creada ex profeso, cuatro meses antes.

¿Pemex vendía barato y en pesos al trader global, el trader global prometía procesar las naftas, y le revendía en dólares los derivados a Pemex, a través de una off shore cuyo director era gerente de ventas en Pemex Gas? Un esquema sospechoso, incluso para los estándares de Lozoya.

La planta procesadora no se terminó y la ahora tan vilipendiada Comisión Reguladora de Energía nunca otorgó los permisos para la operación de dichos contratos.

Sin embargo, Trafigura aún cabildea con quien quiera escucharlos, la posibilidad de 'revivir' el esquema firmado bajo la administración de Emilio Lozoya Austin.

Para la 4T y Pemex hay un problema heredado adicional: hoy el predio, que se cedió de manera irregular y cuya posesión ha estado en litigio, está en un limbo legal entre privados, Pemex Logística y Pemex Transformación Industrial.

Trafigura, que preside Jeremy Weir, y Vitol, que preside Rusell Hardy, han estado en la mira, no solo en México, por arreglos de este tipo.

Mientras tanto Lozoya podrá leer esto en la comodidad de un sofá de su casa, copa de vino de Pomerol en mano.

¿Tendrán en el radar la Fiscalía General de la República, la Unidad de Inteligencia Financiera y la Secretaría de Hacienda este intrincado esquema para debilitar las finanzas de Pemex gota a gota?

Darío Celis

Fuente: El Financiero