Su presidente, Orlando Cabrales, explicó que US$140 millones de estos estarán destinados a los pilotos en yacimientos no convencionales (YNC).
¿Qué inversiones tienen en proyectos estratégicos para la reactivación?
En el sector hicimos un barrido de los proyectos que no se ejecutarían completamente este año, que son para los próximos tres años, del orden de US$2.900 millones y cubren toda la cadena: en exploración y producción (E&P), son cerca de US$1.200 millones; y el resto es infraestructura de transporte de gas, y algunos en el área de distribución.
¿En qué se invertirán esos recursos?
De US$1.200 de E&P, lo más importante es algo más de US$400 millones en el piedemonte casanareño, unos US$170 millones en actividades costa afuera, unos US$140 millones en los pilotos de YNC, y el resto en actividades costa adentro, en yacimientos convencionales, especialmente en el Caribe.
En materia de transporte están los proyectos asociados a lo que se quiere en Buenaventura, de tener un segundo punto de importación de gas, y el gasoducto que va de Jobo (Córdoba) a Medellín.
¿En qué va la Regasificadora del Pacífico?
El Gobierno ha dicho que espera adjudicar el proyecto este semestre, pero falta resolver cómo se va pagar y quién lo va a hacer. Creemos que es fundamental que las generadoras térmicas del interior del país que usan gas participen pagando una parte importante, porque todo el proyecto del Caribe lo paga el sector térmico de la región.
¿Cómo ve los pilotos de investigación en no convencionales?
Los YNC que requieren el fracking pueden constituir una fuente muy importante de suministro de gas en el mediano y largo plazo, hay un potencial muy interesante que podría, en el escenario más conservador, duplicar las reservas de gas del país. Hay escenarios más optimistas, donde uno podría quintuplicar las reservas.
Hemos venido acompañando la aproximación que se ha tenido, científica, técnica, rigurosa y gradual, de ir haciendo estos pilotos, que el Gobierno ha llamado de investigación integral, lo que confirma esa aproximación científica que hay que tener sobre el tema. Es un tema de debate, pero no nos podemos negar a la ciencia, hay que creerle y eso lo mostró la pandemia, y la forma como lo hemos hecho en el país es así. No hay actividad económica que se haya hecho con el nivel de preparación y rigurosidad como esta.
¿Qué impacto tendría no explotar los YNC?
El gas, siendo lo que algunos llaman un combustible de transición, va a ganar mayor participación en la matriz energética. Esto, porque hay sectores donde será determinante en la transición, por ejemplo, para la industria, en la que cada vez hay mayores exigencias ambientales pero electrificar todavía es muy costoso, ahí el gas será cada vez más importante.
También, va a ser fundamental para respaldar la intermitencia de las energías renovables no convencionales. Estas energías y el gas son aliados porque entre más no convencionales haya habrá más intermitencia en el sistema, y el gas es el llamado a respaldar. Además, en el segmento residencial, todavía es muy costoso cocinar con electricidad, la factura de gas cuando uno cocina va a seguir siendo mejor que cocinar con electricidad.
Eso para el usuario es importante, por eso es tan importante encontrar más fuentes de gas, y si las encontramos en Colombia es mejor que traerlas de afuera. Es bueno tener un respaldo en el mercado internacional, está bien y no nos oponemos a eso, pero es mejor conseguirlo nacionalmente, porque es más barato, genera impuestos, regalías, encadenamientos productivos, empleos. Los proyectos que mencionaba de US$2.900 millones generan 20.000 empleos, y si no los ejecutamos acá, y alguien más lo hace, ese beneficio se quedará en otro país.
Fuente: La República