Los vuelos los hace la aerolínea venezolana Conviasa desde el aeropuerto de Teherán, en la República Islámica de Irán, hasta la Península de Paraguaná para luego pasar el producto a gandolas que lo transportan vía terrestre a la refinería Cardón del Centro Refinador Paraguaná, donde se produce la gasolina del país.
Este catalizador es un producto indispensable para la preparación del combustible, por lo que también se hicieron 16 vuelos el año pasado, a través de la aerolínea Mahan Air. Trabajadores del aeropuerto dijeron a El Pitazo que el avión de Conviasa llega a primera hora del día y se retira en la noche. Hasta ahora han sido tres aviones distintos que han hecho los vuelos y, dependiendo de su capacidad, transportan la carga.
En cada vuelo llegan seis personas: dos pilotos, un experto en maquinaria y dos representantes de la República Islámica, que son recibidos con los protocolos de bioseguridad contra el COVID-19, y un traductor.
El vuelo del domingo se retrasó dos horas por problemas en los motores; desde entonces, llegó desde Caracas un experto trabajador de la aerolínea para atender cualquier eventualidad.
El catalizador es descargado en sacos blancos que es llevado en gandolas hasta la refinería Cardón. En cada vuelo llegan cantidades diferentes, esto depende del tamaño del avión; aunque la cantidad llena de una a tres gandolas.
Los cinco vuelos forman parte de 20 que harán desde la República Islámica de Irán para traer el catalizador, que es un componente para la gasolina que se produce desde la refinería Cardón. Hasta la publicación de esta nota, no ha habido un pronunciamiento oficial del gobierno regional.
Fuente: El Pitazo