“Va a ser un número grande pero no va a alcanzar el doble dígito. Estaría entre 7% u 8%, principalmente por el efecto estadístico. Aún si la cuarentena se extiende, se va a alcanzar esta previsión", manifestó.
Señaló que la cuarentena aprobada desde el 31 de enero del 2021 es más focalizada y, por tanto, diferente a la abril del año pasado, la misma que generó una caída de 40% en el cuarto mes del 2020.
"Las autoridades ya han asimilado que la cuarentena total no fue eficaz en reducir contagios y solo pulverizó la economía”, indicó.
Margen fiscal
Mencionó, además, que no hay mucho margen fiscal para aplicar cuarentenas totales, pues su ejecución significa mayor desembolso de recursos y exoneraciones de impuestos.
Aseveró que la recuperación económica, que podría elevar las proyecciones de crecimiento, dependerá de la rapidez en el despliegue de las vacunas, pues ello puede dinamizar las actividades económicas sin la incertidumbre por futuros confinamientos.
De otro lado, sostuvo que el proyecto de ley de la llamada Comisión Omonte, que propone que el Estado administre las pensiones a través de la creación de una entidad pública, tiene graves problemas de forma y fondo, y que está aislada de la estructura productiva del país y del mercado laboral.
“No es una propuesta adecuadamente analizada. Es peligrosa, potencialmente, también, para las finanzas públicas”, señaló en el webinar: “Las elecciones, la reforma de pensiones y el impacto económico”, organizado por el Dorado Investments.
Factores favorables
A su turno el economista jefe de BBVA Research, Hugo Perea, comentó que la banca privada proyectaba una expansión de 10% del producto bruto interno (PBI) para este 2021, pero por efectos de la actual cuarentena, esta estimación se ubicaría entre 9% y 8.5%.
Señaló, además, que esta proyección no se verá mermada por el ruido político que podría generar la actual campaña electoral.
“Estamos asumiendo que quien gane las elecciones, independientemente de quién sea, va a mantener los lineamientos básicos de los fundamentos macroeconómicos de los últimos 25 años”, sostuvo.
Expectativas
Proyectó que el mercado espera que el próximo mandatario tenga una orientación hacia el mercado, “pero puede haber más intervencionismo estatal”. “Pese a eso, esperamos un escenario positivo”, comentó.
En otro momento, subrayó que hay un factor externo favorable para la economía peruana, por el lado del cobre y el mercado financiero.
Precisó que se está observando un cambio hacia la infraestructura verde, más aún, luego que el presidente Joe Biden asumiera la presidencia (de Estados Unidos). “Si a eso sumamos la reconversión vehicular a autos eléctricos en China, vamos a ver una demanda fuerte de cobre”, anotó.
Estimó que ambos factores, infraestructura verde y autos eléctricos, demandará para los próximos 10 años cerca de 8.5 millones de toneladas adicionales de cobre, lo cual representa el 30% de la demanda mundial. “Es un factor que nos podía ayudar de cara a la salida de la crisis”, enfatizó.
Liquidez
De igual modo, apuntó que la abundancia de liquidez y la búsqueda de rentabilidad de parte de los inversionistas internacionales podrían generar una redirección del flujo de capitales hacia economías emergentes como el Perú.
“Algunas economías emergentes van a salir muy deterioradas de la pandemia y otras podrían no salir tan deterioradas. Si tomamos en cuenta que el Perú puede estabilizar su deuda entre 35% y 40% del PBI es positivo tomando en cuenta que los otros países de Alianza Pacífico se van a ir a niveles de 60% y 65%”, remarcó.
Perea comentó que hay mucha inconsistencia en el proyecto de ley de reforma de pensiones. “Es un mal proyecto. Es pésimo. No considera dos temas claves al momento de formular una reforma, que tienen que ver con las características de la economía peruana, sus niveles de informalidad y, en segundo lugar, la solvencia fiscal”, apuntó.
También, explicó que el proyecto no tiene una estimación del costo fiscal de sus propuestas.
Además, cuestionó que una entidad pública defina los lineamientos para las inversiones del sistema previsional, pues no tendría la capacidad de gestión para generar una asignación adecuada de los portafolios, lo cual tendría un impacto en las pensiones de millones de personas.
“No veo las garantías institucionales, la capacidad de gestión adecuada. Nada está garantizado que mañana, más tarde, esta entidad pueda hacer un uso político y manejar con criterios no necesariamente técnicos algo tan sensible como es el tema de las pensiones”, detalló.
Congreso y reforma
En otro momento, la presidenta del Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), María Isabel León, lamentó que un escollo para el crecimiento de los próximos años esté representado por el Congreso de la República.
“El Parlamento sigue gestando proyectos populistas y nocivos que generan incertidumbre y crean inestabilidad para la inversión privada. No tomas opiniones técnicas de instituciones públicas ni privadas”, manifestó.
Indicó que un claro ejemplo de lo mal que se hacen las cosas es la reforma del sistema de pensiones. "Se debe esperar al próximo Congreso que tenga un mandato completo para acompañar estas reformas y, también, acompañe la reforma laboral para que haya una formalización de trabajadores que les permita participar del sistema previsional”, comentó.
Respecto a la propuesta del proyecto de ley del Congreso para que los empleadores se hagan cargo de una parte de los aportes de los afiliados, los especialistas coincidieron en que esta medida fomentará la informalidad laboral.
Finalmente, expresaron que la propuesta de reforma del Congreso, también, preocupa a los inversionistas extranjeros, que ven en el proyecto de ley una especie de intervencionismo del Estado.
Fuente: Andina